El equipo de Mourinho pagó caro su conformismo en Munich, en la ida de la semifinal de la Liga de Campeones, en la que perdió ante el Bayern

El Madrid, obligado a remontar

Iker Casillas, portero del Real Madrid, observa desde el césped el balón que acababa de entrar en su portería. (Foto: ANDREAS GEBERT)
El Real Madrid perdió un duelo repleto de tensión en la ida de las semifinales de Liga de Campeones, ampliando su maldición en el infierno del Allianz Arena, donde no ha ganado en diez visitas y donde pagó el conformismo de Mourinho tras el tanto de Özil, que acabó pagando con el gol de Mario Gómez en el último minuto (2-1).
Bayern Munich 2
Real Madrid 1


La pasión de las gradas se trasladó al campo, donde faltó orden y sobró emoción. Sin control, con un fútbol de ida y vuelta. Como un duelo de boxeadores por mantenerse en pie, el Bayern golpeó primero y castigó la personalidad visitante. El Real Madrid respondió. Y cuando pensaba en la vuelta puso su rodilla en la lona.

La fuerza del Bayern explota en sus bandas. Ribery y Robben son dinamita pura. Mourinho apostó por Coentrao por el temor a la fragilidad defensiva de Marcelo. Y un sistema de ayudas que obligó a multiplicarse a Pepe y Sergio Ramos. A estar más pendiente de destruir que de construir a Khedira y Xabi Alonso. El juego lo acusó. El Real Madrid no tuvo continuidad en su fútbol. Dependió de una carrera de Di María, de la pelea contra el mundo de Cristiano o un gesto de calidad de Özil o Benzema.

En un saque de esquina, de nuevo el error más cometido por el equipo de Mou a balón parado, llegó el primer gol. Ramos midió mal y perdió la visión de la trayectoria del balón. El rechace en Badstuber lo aprovechó Ribery para fusilar a Casillas, con Luis Gustavo en fuera de juego en la trayectoria del balón. Explotó el Allianz (1-0).

Cada ataque del Real Madrid era respondido con contundencia por el Bayern.


SEGUNDA PARTE IGUALADA

Cuando los planes de Heynckes en la reanudación pasaban por replegarse y sentenciar con sus puñales por banda en la contra, Mourinho le recetó su propia medicina. Una acción de Robben que acabó con disparo alto hizo al Bayern adelantar metros y en la siguiente acción el Real Madrid lanzó una de esas contraataques letales.

La movilidad de Benzema fue clave. Lee el fútbol a la perfección. Le dibujó la jugada a Di María y el pase a Cristiano que perdonó lo que siempre marca. Ante Neuer golpeó mal con el pie derecho. El rechace volvió a caer en Karim y esta vez Cristiano asistió a Özil que marcó a puerta vacía para igualar a los 53 minutos (1-1).

El empate era bueno y Mourinho sacrificaba a Özil por Marcelo, al que ubicaba en el centro del campo. Su objetivo ayudar a Coentrao con Robben y tapar la subida del lateral. No cumplió. Hacía lo propio con un acelerado Di María para buscar el balón con Granero. Tampoco lo encontró.

Así llegaron los minutos finales donde emergió la figura de Mario Gómez. Un remate a cuatro del final, pidiendo penalti en una acción que sacó con limpieza Ramos y cuando el partido se acababa, rematando a la red un centro de Lahm tras un fallo de Coentrao, que fue rápido al césped en una acción que finalizó con el 2-1.

FICHA TÉCNICA

Bayern de Munich: Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba; Schweinsteiger (Muller, m.61), Luiz Gustavo; Robben, Kroos, Ribery; y Mario Gómez.

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso; Di María (Granero, m.80), Özil (Marcelo, m.69), Cristiano; y Benzema (Higuaín, m.84).

Goles: 1-0, m.17: Ribery. 1-1, m.53: Özil. 2-1, m.90: Mario Gómez.

Árbitro: Howard Webb (Inglaterra). Amonestó a Badstuber (30), Ribery (37) y Lahm (64) por el Bayern; y a Xabi Alonso (55), Coentrao (55), Di María (60), Ramos (76), Higuaín (90) y Marcelo (91) por el Real Madrid.

Incidencias: Encuentro de ida de las semifinales de Liga de Campeones, disputado en el Allianz Arena de Munich, lleno, con 70.000 espectadores en sus gradas.

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