La selección española de fútbol puso fin al año más glorioso de su historia, en el que se coronó en Sudáfrica campeona del mundo, con un decepcionante fin de fiesta en el nuevo estadio de La Luz de Lisboa, donde fue vapuleada por la renacida Portugal de Paulo Bento (4-0).
Fue el peor partido desde hace varias décadas. De hecho, España no caía por 4-0 desde 1942, cuando perdió por ese resultado contra Italia en Milán en otro amistoso. Y no era derrotada por dicha diferencia desde el 2-6 encajado en Madrid ante Escocia, en 1963.
La Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010 parecen haber cambiado el 'modus operandi' de la 'Roja'. Desde la victoria en la final de Sudáfrica ante Holanda el panorama es bien distinto.
Antes la selección española era la campeona de los amistosos. Ahora se ha revertido la situación, porque en los encuentros no oficiales ha salido escaldada. Primero salvó un empate ante México en el Azteca con un gol postrero de David Silva, luego fue ampliamente superada por Argentina (4-1) y en Lisboa Portugal le propinó un 4-0.
Estos resultados no pueden empañar la labor del equipo de Vicente del Bosque, que comenzó 2010 con una memorable actuación en Francia, donde ganó un amistoso por 2-0, y que se coronó de manera histórica campeón mundial.
Pero sí que son un claro aviso de que en el fútbol actual, y más ante rivales de entidad, si se levanta, aunque sea ligeramente, el pie del acelerador y la intensidad es inferior, los daños pueden ser grandes.
La 'Roja' precisa reencontrar la intensidad adecuada y el dinamismo imprescindible para que su reconocido fútbol combinativo vuelva a ser el que enamoró al mundo. 2010 ha terminado para la selección española de mala manera, pero estos borrones no pueden hacer olvidar todo lo hecho y todo lo que hay por hacer.
La Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010 parecen haber cambiado el 'modus operandi' de la 'Roja'. Desde la victoria en la final de Sudáfrica ante Holanda el panorama es bien distinto.
Antes la selección española era la campeona de los amistosos. Ahora se ha revertido la situación, porque en los encuentros no oficiales ha salido escaldada. Primero salvó un empate ante México en el Azteca con un gol postrero de David Silva, luego fue ampliamente superada por Argentina (4-1) y en Lisboa Portugal le propinó un 4-0.
Estos resultados no pueden empañar la labor del equipo de Vicente del Bosque, que comenzó 2010 con una memorable actuación en Francia, donde ganó un amistoso por 2-0, y que se coronó de manera histórica campeón mundial.
Pero sí que son un claro aviso de que en el fútbol actual, y más ante rivales de entidad, si se levanta, aunque sea ligeramente, el pie del acelerador y la intensidad es inferior, los daños pueden ser grandes.
La 'Roja' precisa reencontrar la intensidad adecuada y el dinamismo imprescindible para que su reconocido fútbol combinativo vuelva a ser el que enamoró al mundo. 2010 ha terminado para la selección española de mala manera, pero estos borrones no pueden hacer olvidar todo lo hecho y todo lo que hay por hacer.
