El presidente del Barça no denunciará a Mourinho por su agresión a Vilanova, 'anque el cuerpo me pedía otra cosa'

Rosell llama a la cordura

La plantilla del Barcelona posa en el Camp Nou tras finalizar el Trofeo Joan Gamper (Foto: ALBERT OLIVE)
El presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, explicó ayer que el club azulgrana ha decidido 'poner un poco de cordura' y no denunciar la agresión del técnico del Real Madrid, Jose Mourinho, al ayudante de Pep Guardiola, Tito Vilanova, en la vuelta de la Supercopa de España. 'El cuerpo nos pedía una cosa, pero el sentido común nos dice otra. No podemos seguir así, porque nos acabaremos matando por la calle', afirmó ayer Rosell durante su discurso en el Congreso Mundial de Peñas.
El presidente del club catalán ha apuntado que uno de los motivos para no denunciar a Mourinho ante el Comité de Competición es lo que sucedió en Madrid en el partido de ida de la Supercopa, cuando el autobús donde viajaban los directivos del Barça fue apedreado. Cree que la denuncia crisparía más la relación entre ambos equipos y, por extensión, entre las aficiones, y añadió que su junta directiva 'no es ni bravucona ni charlatana'.

También ha desvelado que ni el secretario técnico, Andoni Zubizarreta, ni el entrenador, Pep Guardiola, ni Vilanova -'él fue el primero que pidió que no lo denunciáramos'-, consideraban conveniente denunciar la agresión.

Más allá de los incidentes extradeportivos, Rosell ha valorado la victoria de su equipo en la Supercopa ante el eterno rival: 'Prácticamente veníamos de la playa y le ganamos el título a un equipo que estaba mucho más preparado', ha sentenciado.

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