Wildeboer séptimo en una prueba en la que Peirsol batió el récord del mundo

El español Wildeboer durante la salida en la final olímpica.  (Foto: Lavandeira)
El español Aschwin Wildeboer fue séptimo hoy en los 100 metros espalda, una prueba en la que el estadounidense Aaron Peirsol batió el récord del mundo de la distancia con un tiempo de 52.54. Con este resultado, Wildeboer, que ha anunciado en Pekín que el próximo año abandonará España y se irá a vivir y entrenar a Australia, confirma que es el mejor nadador del equipo masculino español.
Wildeboer volvió a marcar el mismo registro de ayer, 53.51, que es el récord de España, para superar al japonés Junichi Miyashita, que paró el crono en 53.99, octavo y último.

El nadador de Sabadell (Barcelona) tuvo un buen tiempo de reacción en la salida, 0.61, incluso mejor que el del medallista de oro, pero tocó en sexta posición los 50 primeros metros, en 26.00, mientras que Peirsol lo hacía en 25.65; el estadounidense Matt Grevers, en 25.68; y el ruso Arkady Vyatchanin, medallista de bronce, en 26.11, empatado con el australiano Hayden Stoeckel.

A Wildeboer le superaron en el largo inicial, el británico Liam Tancock, y el australianos Ashley Delaney.

En los últimos 50 metros el español perdería otra posición para ser séptimo, mientras por delante Peirsol no tenía problemas para revalidad su título olímpico por delante de Grevers, Vyatchanin y Stoeckel.

La quinta plaza fue para Delaney y Tancock quedó entre aquel y Wildeboer.

El español Aschwin Wildeboer manifestó hoy tras nadar la final de los 100 metros en los Juegos Olímpicos de Pekín que en el futuro no se va a conformar con el sexto puesto, y reivindicó apoyo permanente por parte de la Federación Española, no solo cuando se gana.


El futuro
Wildeboer, el primer finalista español en la piscina olímpica de Pekín, señaló: 'tengo muy claro lo que voy a hacer con mi futuro, con esto de aquí estoy contento, pero de cara al futuro no voy a contentarme con un sexto puesto'.

'Voy a hacer lo posible para irme a entrenar fuera, no porque en España no se esté bien, sino porque entreno solo. Es muy diferente estar entrenando cuando tienes en la calle de al lado mujeres de sesenta años haciendo 'aqua gym' y en la otra calle niños de cursillos y entrenar solo a este nivel que estar en una piscina que todos los nadadores son profesionales, todo el equipo es profesional y donde tengo de rivales y compañeros que están al mismo nivel que yo y uno empuja al otro hacia adelante', explicó.

Señaló el mejor nadador español del equipo masculino: 'hay que mostrar apoyo constante en el trabajo del entrenador con su nadador no solo cuando se saca la medallita, la federación esta haciendo un esfuerzo para que eso cambie. Ha habido unos años muy malos en los que la relación entre la Federación y el nadador era muy conflictiva y ahora se ha llegado a un poco mas en armonía y eso es bueno'.

'Cuando hay medallas es fácil el apoyo. Eso es como el fútbol: cuando España gana, hemos ganado; cuando pierde, han perdido', explicó.

Sobre sus planes para entrenar en el extranjero manifestó: 'la mentalidad de Australia es muy buena. La gente es muy abierta de mente y el ambiente es muy bueno y el sistema de entrenamientos se adapta más a nuestra filosofía. Estados Unidos es entrenar a toda caña y el que es un talento sobrevive y el que no, pues no'.

Wildeboer vaticinó: 'para el Mundial de Roma (en 2009) estaré nadando mas rápido que aquí'.

Respecto al equipo español en la capital china dijo: 'ni mucho menos es un fracaso no sacar medalla aquí, nadadores de equipos punteros están fallando. El nivel es muy alto, lo único que se puede hacer en estas competiciones es aprender, aprender del palo que te llevas'.

Preguntado sobre si el trato que había tenido por parte de la Federación en los últimos años, respondió: 'no puedo decir en los últimos años, en los últimos meses sí porque nos han dejado trabajar en paz, no nos han exigido que fuera a ninguna concentración. Yo creo que la natación española es buena y tiene muy buenos nadadores. el problema es que hace falta un poco más de confianza, no solo cuando van bien las cosas, sino también antes de que las cosas vayan bien'.

'Cuando un nadador ve que las cosas van bien, le dan apoyo y todo lo que se mueve a su alrededor es felicidad, pues eso automáticamente de hace nadar más rápido', consideró.

Respecto a la carrera dijo: 'estoy contento, pero ha sido una pena porque ayer tuve un poquito de fiebre, pero todavía he tenido suerte y no me he puesto malo como Erika (Villaecija) o como otros compañeros alemanes que se han puesto malos al llegar aquí y eso es una pena'.

'Son los cambios de temperatura, subes al bus y el aire acondicionado está a toda pastilla, entras en el comedor igual y hay cambios de temperatura de 15 grados o más y eso es bastante perjudicial', explicó a los periodistas.

'He progresado mucho, pero lo no que me ha gustado mucho es la vuelta, que es lo más habíamos trabajado, pero, bueno, no me puedo quejar. Una final de esta magnitud en unos Juegos Olímpicos y haber repetido este tiempo me parece mas que suficiente y por encima de los objetivos que yo me había marcado', prosiguió.

Sobre el ambiente que había en la cámara de llamadas antes de la salida de una final olímpica, respondió: 'entre los contrincantes tenemos bastante buen rollo y solemos tener bastante cachondeo'.

Preguntado si no es como en algunas pruebas femeninas, respondió; 'en el femenino suelen pelearse pero nosotros nos solemos dar ánimos y nos felicitamos si alguien lo hace bien'.

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