El 19,9 por ciento de los catalanes se encuentran en situación de riesgo de pobreza, siendo los menores de 16 años el colectivo más vulnerable, según la Estadística de distribución personal de la renta y de riesgo de la pobreza 2010 del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat).
Para medir el riesgo de pobreza a la que está expuesta la sociedad catalana, el Idescat establece un umbral mínimo de ingresos anuales, de 8.719 euros netos anuales por persona, que no supera el 19,9 por ciento de la población, y que es 1,5 puntos superior al año anterior.
En Cataluña, el riesgo de la pobreza tiene más incidencia entre las mujeres (21,3 por ciento) que entre los hombres (18,5), y, por edades, el colectivo más vulnerable es el de los menores de 16 años, que registran una tasa de riesgo de pobreza del 23,7 por ciento -prácticamente la misma que en 2009, 23,4-.
La población mayor de 65 años ha reducido el riesgo de pobreza en 3,7 puntos y se sitúa en el 21,4 por ciento, mientras que la de 16 a 64 años ha incrementado en tres puntos y se sitúa en el 18,6.
Por hogares, el 46,6 por ciento de los monoparentales están en situación de riesgo de pobreza, seguidos de los unipersonales (28,1) y los formados por dos adultos con hijos dependientes (21,3).
Los grupos más desfavorecidos y con tasas más elevadas de pobreza son los extranjeros (32,2 por ciento), los parados (30,3), la población con un nivel de instrucción primaria o inferior (26,3) y los viudos (25,6).
Cabe destacar que la tasa de riesgo de pobreza sería del 41,6 por ciento sin ayudas sociales de ningún tipo, y que el 61,8 por ciento de los hogares catalanes recibió al menos algún tipo de ayuda en 2009, lo que supone un 8 más de hogares que el año anterior.
Los ingresos anuales netos de los hogares catalanes fue de 27.834 euros en 2009, un 0,8 por ciento menos que el año anterior, y los ingresos medios por persona fueron de 10.605 euros, un 1,5 menos.
La reducción de la renta ha provocado un aumento de los hogares con ingresos inferiores a los 19.000 euros -en 2009 representan el 38 por ciento del total de hogares, mientras que en 2008 eran el 35-.
En Cataluña, el riesgo de la pobreza tiene más incidencia entre las mujeres (21,3 por ciento) que entre los hombres (18,5), y, por edades, el colectivo más vulnerable es el de los menores de 16 años, que registran una tasa de riesgo de pobreza del 23,7 por ciento -prácticamente la misma que en 2009, 23,4-.
La población mayor de 65 años ha reducido el riesgo de pobreza en 3,7 puntos y se sitúa en el 21,4 por ciento, mientras que la de 16 a 64 años ha incrementado en tres puntos y se sitúa en el 18,6.
Por hogares, el 46,6 por ciento de los monoparentales están en situación de riesgo de pobreza, seguidos de los unipersonales (28,1) y los formados por dos adultos con hijos dependientes (21,3).
Los grupos más desfavorecidos y con tasas más elevadas de pobreza son los extranjeros (32,2 por ciento), los parados (30,3), la población con un nivel de instrucción primaria o inferior (26,3) y los viudos (25,6).
Cabe destacar que la tasa de riesgo de pobreza sería del 41,6 por ciento sin ayudas sociales de ningún tipo, y que el 61,8 por ciento de los hogares catalanes recibió al menos algún tipo de ayuda en 2009, lo que supone un 8 más de hogares que el año anterior.
Los ingresos anuales netos de los hogares catalanes fue de 27.834 euros en 2009, un 0,8 por ciento menos que el año anterior, y los ingresos medios por persona fueron de 10.605 euros, un 1,5 menos.
La reducción de la renta ha provocado un aumento de los hogares con ingresos inferiores a los 19.000 euros -en 2009 representan el 38 por ciento del total de hogares, mientras que en 2008 eran el 35-.
