El gobernador del Banco Nacional de Austria (ÖNB), Ewald Nowotny, y la ministra austríaca de Finanzas, Maria Fekter, descartaron hoy en Viena una reestructuración de la deuda pública de Grecia, aunque abogaron por alargar los plazos de devolución de las ayudas recibidas.
Nowotny, quien es también miembro del consejo de gobernadores del Banco Central Europeo (BCE), dijo a la emisora pública Ö1 que las expectativas sobre los avances de las reformas griegas son 'desafortunadamente más bien malas'.
Según el banquero, la ayuda para Grecia estuvo bien elaborada pero 'se ha subestimado la profundidad del problema', por ejemplo 'en cuanto a la falta de eficacia en la recaudación impositiva'.
Por eso, el plan internacional 'no podrá terminarse seguramente en los plazos previstos y necesitará más tiempo', dijo Nowotny.
El Gobierno griego recibió el año pasado un crédito trianual de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional de 110.000 millones de euros.
Nowotny agregó que Grecia no requiere necesariamente nuevos créditos, aunque se puede hablar sobre ampliar los plazos de devolución.
Grecia debe devolver el año próximo entre 25.000 y 30.000 millones de euros del dinero recibido, lo que inicialmente se espera podría realizarse por medio del mercado financiero internacional.
'Tenemos fuertes indicios de que esto no podrá suceder así', aseveró el banquero austríaco.
Sobre una posible reestructuración de la deuda, Nowotny señaló que esta variante ha sido descartada, 'también en interés de Grecia', porque afectaría sobre todo a la banca helena y también a la internacional, 'lo que empeoraría la crisis más todavía'.
Por su parte, Fekter coincidió con el banquero y manifestó hoy, antes del consejo de ministros del Gobierno austríaco, que 'rechaza totalmente' una reestructuración.
'La ayuda internacional está relacionada con las reformas', recordó Fekter, pero admitió que en el caso de problemas se podrían alargar los plazos de devolución del dinero recibido hasta ahora.
Según el banquero, la ayuda para Grecia estuvo bien elaborada pero 'se ha subestimado la profundidad del problema', por ejemplo 'en cuanto a la falta de eficacia en la recaudación impositiva'.
Por eso, el plan internacional 'no podrá terminarse seguramente en los plazos previstos y necesitará más tiempo', dijo Nowotny.
El Gobierno griego recibió el año pasado un crédito trianual de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional de 110.000 millones de euros.
Nowotny agregó que Grecia no requiere necesariamente nuevos créditos, aunque se puede hablar sobre ampliar los plazos de devolución.
Grecia debe devolver el año próximo entre 25.000 y 30.000 millones de euros del dinero recibido, lo que inicialmente se espera podría realizarse por medio del mercado financiero internacional.
'Tenemos fuertes indicios de que esto no podrá suceder así', aseveró el banquero austríaco.
Sobre una posible reestructuración de la deuda, Nowotny señaló que esta variante ha sido descartada, 'también en interés de Grecia', porque afectaría sobre todo a la banca helena y también a la internacional, 'lo que empeoraría la crisis más todavía'.
Por su parte, Fekter coincidió con el banquero y manifestó hoy, antes del consejo de ministros del Gobierno austríaco, que 'rechaza totalmente' una reestructuración.
'La ayuda internacional está relacionada con las reformas', recordó Fekter, pero admitió que en el caso de problemas se podrían alargar los plazos de devolución del dinero recibido hasta ahora.
