El proceso de reestructuración del escenario financiero gallego, mediante la posible fusión de Caixanova y Caixa Galicia, entró en un breve periodo de impasse con la Semana Santa y se reactivará en plenitud del próximo lunes, día 5 de abril.
El documento que firmaron el pasado lunes las dos entidades, con el auspicio del Gobierno gallego, señalaba escuetamente que ambas acordaban 'iniciar oficialmente los contactos a los efectos de analizar la posible confluencia en un proyecto común' y decidían someter este compromiso a la aprobación de sus consejos de administración antes del 6 de abril.
Caixa Galicia cumplía este trámite el pasado miércoles. Su consejo de administración aprobaba el documento, la entidad desdoblaba su estructura y ponía al frente del equipo negociador con Caixanova a Javier García de Paredes. Éste se perfila, en las hipótesis que circulan estos días sobre el posible equipo de gobierno de la futura caja gallega unificada, como co-director, junto a José Luis Pego, actual director general de Caixanova.
El siguiente paso le corresponde a Caixanova. El próximo lunes probablemente reúna a su consejo de administración y someta a su aprobación el documento. Gayoso explicará a los suyos las condiciones que se barajan y que consistirían en un liderazgo de Caixanova en la hipotética unión.
Este liderazgo pasaría, según se baraja estos días, por el hecho de que el actual presidente de Caixanova continúe como presidente de la nueva entidad, con José Luis Méndez -director general de Caixa Galicia- como co-presidente. La dirección general sería para José Luis Pego, con Javier García de Paredes como su segundo.
Distribución de sedes
Aparte de asumir los principales puestos de gestión de la futura caja, se señala también la hipótesis de que la sede de la entidad fusionada estaría en Vigo, así como la Dirección General Operativa y los servicios centrales, mientras que en A Coruña estaría la presidencia, la corporación industrial y la obra social. Otra de las condiciones que podría estar sobre la mesa es el cambio de la Ley de Cajas de Galicia para permitir un periodo transitorio de los consejos, que continuarían entre cinco y seis años. El presidente de la Xunta declaró el pasado jueves que dejaba libertad a ambas cajas para que diseñaran el organigrama de gobierno de la nueva entidad y confesó que estaba dipuesto a 'hacer lo necesario', para que la fusión fructifique.
De lograrse la fusión, nacería la quinta caja de ahorros de España, cuyos activos superarían los 78.000 millones de euros. El nombre que más suena para ella es 'Caixa do Atlántico' y en el ranking español de cajas sólo tendría por delante a La Caixa, Caja Madrid, Bancaja y Caixa Catalana.
Caixa Galicia cumplía este trámite el pasado miércoles. Su consejo de administración aprobaba el documento, la entidad desdoblaba su estructura y ponía al frente del equipo negociador con Caixanova a Javier García de Paredes. Éste se perfila, en las hipótesis que circulan estos días sobre el posible equipo de gobierno de la futura caja gallega unificada, como co-director, junto a José Luis Pego, actual director general de Caixanova.
El siguiente paso le corresponde a Caixanova. El próximo lunes probablemente reúna a su consejo de administración y someta a su aprobación el documento. Gayoso explicará a los suyos las condiciones que se barajan y que consistirían en un liderazgo de Caixanova en la hipotética unión.
Este liderazgo pasaría, según se baraja estos días, por el hecho de que el actual presidente de Caixanova continúe como presidente de la nueva entidad, con José Luis Méndez -director general de Caixa Galicia- como co-presidente. La dirección general sería para José Luis Pego, con Javier García de Paredes como su segundo.
Distribución de sedes
Aparte de asumir los principales puestos de gestión de la futura caja, se señala también la hipótesis de que la sede de la entidad fusionada estaría en Vigo, así como la Dirección General Operativa y los servicios centrales, mientras que en A Coruña estaría la presidencia, la corporación industrial y la obra social. Otra de las condiciones que podría estar sobre la mesa es el cambio de la Ley de Cajas de Galicia para permitir un periodo transitorio de los consejos, que continuarían entre cinco y seis años. El presidente de la Xunta declaró el pasado jueves que dejaba libertad a ambas cajas para que diseñaran el organigrama de gobierno de la nueva entidad y confesó que estaba dipuesto a 'hacer lo necesario', para que la fusión fructifique.
De lograrse la fusión, nacería la quinta caja de ahorros de España, cuyos activos superarían los 78.000 millones de euros. El nombre que más suena para ella es 'Caixa do Atlántico' y en el ranking español de cajas sólo tendría por delante a La Caixa, Caja Madrid, Bancaja y Caixa Catalana.
