Roberto Do Rego, gerente de la firma textil Do Rego & Novo

“Los costes para producir en España siguen muy elevados'

Roberto Do Rego.
Roberto Do Rego (Lugo, 1960) es una de las cabezas pensantes de Do Rego & Novoa, firma viguesa de moda masculina juvenil que inicó su actividad en 2007. Sus referencias al estilo británico y 'mod' son una de las señas de identidad del estilo de la marca, que acaba de abrir su primera tienda propia.
La firma está presente en 35 corners de El Corte Inglés y 300 tiendas multimarca de España, Francia y Holanda.

Do Rego & Novoa acaba de abrir su primera tienda propia en Lugo, ¿es el mejor momento para hacerlo?
Lo cierto es que se trata de una situación forzada. El cliente cada vez compra menos y tienes que estar continuamente buscando nuevas fórmulas para poder seguir en el mercado. No sabemos si abrir tiendas propias es una forma de hacerlo, pero en este momento lo que tenemos que hacer es intentarlo. No te puedes quedar con la idea de qué hubiera pasado si lo hubieras hecho. No es que nosotros no nos planteásemos tener tiendas propias, solo que no es el momento que calculábamos en un principio.

¿Dónde planean abrir tiendas?
Estamos abriendo en plazas donde la marca no tiene presencia y no funciona, no lo haremos donde tenemos a clientes importantes. Es donde tenemos que apostar, por encima de todo. Ahora mismo estamos buscando tienda en Madrid. Montaremos tres o cuatro tiendas, y valoraremos. Si funcionan, nuestra idea es dar el salto a las franquicias. Lo que no queremos es vender algo que sabemos que no va. La multimarca funciona bien, y los corners también, pero como estamos en un estado tan relajado, queremos saber si podemos ir a más o no.

La marca tiene una estética y un concepto de la moda muy definido, ¿la apuesta por una identidad propia y la diferenciación ha funcionado?
En estos momentos mucha gente está haciendo la ropa más básica, más clásica. La gente no arriesga. No arriesga el comprador y tampoco lo hace el diseñador, puede que por la crisis y el estado de ánimo. Nosotros, en ese sentido, hemos sido más valientes. Apostamos por una ropa más joven en el vestir, un estilo que generalmente suele ser muy clásico. Hemos arriesgado, que es lo que hay que hacer en los momentos difíciles. Es extraño que se venda sastrería en este sector y nosotros lo hacemos, es lo que más vendemos.

A nivel mercados, ¿en qué situación se encuentra la empresa?
Hemos empezado a vender algo en Holanda y acabamos de empezar en el mercado francés, donde la marca está funcionando muy bien. La solución es esa, por supuesto, pero primero tienes que alcanzar unos mínimos en tu país y luego dar el paso definitivo hacia fuera, lo más que podamos. Llevamos en el mercado desde 2007, tampoco es que esté plenamente asentada. Pero lo que sí estamos haciendo es vender, y eso es lo que a la gente le interesa. En la multimarca la gente vende nuestra firma y la experiencia es que se está vendiendo bien. Es lo que nos da oxígeno para seguir adelante.

¿La marca “moda gallega” sigue vigente?
No es algo que esté caducado, pero sí se ve que es un concepto que cada día está más debilitado. Para mí es un orgullo, pero no tiene la fuerza que debería tener. Es algo que está muy abandonado, no tiene el apoyo de otros momentos, está un poco politizado incluso. Por supuesto, considero que se debería recuperar. No es algo fácil, pero creo que empezar de cero sería un un error. Pero la realidad es que la gente ahora tira por donde puede. Hablo siempre desde mi experiencia.

El textil ha sido una de las grandes víctimas de la crisis, ¿cómo están viviendo este momento?
Mal, porque al estar todo desmantelado hay muchísima gente que podría hacer cosas aquí, pero es que ya no hay ni talleres ni profesionales. Se ha desmantelado a lo loco y lo que ha quedado es nada. No hay fábricas ni talleres. Nosotros al contrario, hemos aumentado la producción, pero en este país no tienes dónde fabricar porque los precios son muy elevados. Tienes que irte a Portugal, Turquía o en el mejor de los casos a China, para poder afrontar al gallego grande que es Inditex, para poder hacerle frente. De alguna manera, todos giramos alrededor de ellos.

¿Es posible hacerlo?
Dicen que David tiró a Golliat y el hombre llegó a la Luna. Todo es posible, lo que pasa es que no es fácil. La clave está en hacer algo diferente y desmarcarse, ellos no lo pueden abarcar todo.

Do Rego & Novoa pertenece a Texvigo, el polígono empresarial del textil de Vigo que nació hace dos años para incrementar las sinergias del sector. ¿Ha conseguido su propósito?
La idea va muy ralentizada, está todo muy frenado porque estamos pasando un mal momento. La moda, para mí es ilusión, y creo que la estamos perdiendo. Y eso es algo que se nota en el trabajo y en la cooperación que debería de haber aquí. Se reducen las ventas y el pesimismo se contagia. El polígono está triste, y no es que no se quieran hacer cosas. Si moverte como empresario ya es complicado, por lo menos asumes tus propias consecuencias. Pero tratar de hacerlo con los demás y que salgan mal las cosas... pues incluso veo razonable que no se tomen iniciativas.

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