La dirección de Pescanova, con su presidente Manuel Fernández de Sousa a la cabeza, trasladó el viernes a los comités de la matriz y del grupo de alimentación su compromiso de salvaguardar en la medida de lo posible el empleo en la compañía, tras solicitar el concurso voluntario de acreedores.
En la reunión, Fernández de Sousa señaló a los representantes de los trabajadores que el concurso afectará a la matriz pero no a las filiales, y que la dirección trabajará para evitar medidas drásticas como expedientes de regulación de empleo o recortes salariales, informaron a EFE fuentes sindicales.
Los directivos de la multinacional gallega aprovecharon la ocasión para transmitir 'un mensaje de confianza' y reclamar 'unidad' a la plantilla para sacar adelante el proyecto.
La reunión no ha satisfecho del todo a los sindicatos, y así Francisco Vilar, de la Federación de Alimentación de CCOO, ha reclamado, en declaraciones a EFE, una reunión 'más amplia' que abarque a todas las filiales del grupo y en la que se explique 'con exactitud' la 'situación real' de la compañía.
Vilar aspira a conocer cuál es el plan de viabilidad para sacar al grupo Pescanova del atolladero; y si se van a vender activos, que no sean 'estratégicos' ni afecten al tejido industrial gallego, pues ha señalado que por cada empleo directo de la compañía hay una afectación de entre dos y tres indirectos.
Ha atribuido a una 'grave irresponsabilidad' del consejo y de las entidades financieras acreedoras la actual situación de la multinacional, y ha considerado que la Xunta debería 'intervenir de manera inmediata', convocar al consejo y a los bancos y 'poner orden', vistas las repercusiones económicas de Pescanova en Galicia.
Los directivos de la multinacional gallega aprovecharon la ocasión para transmitir 'un mensaje de confianza' y reclamar 'unidad' a la plantilla para sacar adelante el proyecto.
La reunión no ha satisfecho del todo a los sindicatos, y así Francisco Vilar, de la Federación de Alimentación de CCOO, ha reclamado, en declaraciones a EFE, una reunión 'más amplia' que abarque a todas las filiales del grupo y en la que se explique 'con exactitud' la 'situación real' de la compañía.
Vilar aspira a conocer cuál es el plan de viabilidad para sacar al grupo Pescanova del atolladero; y si se van a vender activos, que no sean 'estratégicos' ni afecten al tejido industrial gallego, pues ha señalado que por cada empleo directo de la compañía hay una afectación de entre dos y tres indirectos.
Ha atribuido a una 'grave irresponsabilidad' del consejo y de las entidades financieras acreedoras la actual situación de la multinacional, y ha considerado que la Xunta debería 'intervenir de manera inmediata', convocar al consejo y a los bancos y 'poner orden', vistas las repercusiones económicas de Pescanova en Galicia.
