Miércoles. Pasan veinte minutos de las diez de la mañana. La diputada nacionalista Ana Pontón pregunta al presidente de la Xunta por las titubeantes actuaciones que está realizando el Gobierno gallego para solucionar el problema del 'tax lease' que ha dejado en el chasis al sector naval vigués. En la tribuna del Parlamento gallego varios trabajadores cabecean con descontento.
Alberto Núñez Feijóo recoge el guante con seguridad, consciente de que esta vez juega con las cartas marcadas. Anuncia que el Gobierno de Mariano Rajoy ha enviado ese mismo día una propuesta que ni Bruselas ni el comisario Almunia, ahora el enemigo público de Galicia para la Xunta, no podrán rechazar. Pero Feijóo tiene otro as guardado. Anuncia que nada más termine su comparecencia se reunirá con José Manuel Carrera, consejero delegado de la petrolera mexicana Pemex en España.
Tras un encuentro de unos 45 minutos, el presidente de la Xunta despide a Carrera en la puerta del Parlameto. No hay declaraciones. Solo fotos. Feijóo se limita a arquear las cejas cuando se le pregunta por la reunión. En el aire ulula el viaje en abril aMéxico acompañando a Mariano Rajoy y la esperanza de que Pemex podría dar petróleo en forma de construcción de barcos a un sector que tiene el agua al cuello.
Jueves. Rueda de prensa del Consello de la Xunta, Feijóo anuncia que ha cerrado un convenio con Pemex para la construcción de 14 remolcadores, siete al completo en los astilleros gallegos, la posibilidad de hacer una plataforma y de que el Puerto Exterior de A Coruña sea la base logística en Europa de la cuarta petrolera del mundo. No quiere dar cantidades hasta que llegue por la tarde Juan José Suárez Coppel, director general de Pemex, para firmar el acuerdo.
Feijóo cita en el Pazo de Raxoi a los empresarios del sector naval y después de la rúbrica anuncia que la inversión será de 250 millones de euros y se dará trabajo a 2.500 personas que estarán en el tajo 2,6 millones de horas.
Feijóo ya tiene su foto. En su declaración menciona tibiamente a Rajoy. 'Es lo que toca, porque vienen las elecciones. Ahora él tiene que colgarse su medalla, Carlos Negreira la suya pero, como quien dice, los dos pasaban por ahí. El trabajo lo ha hecho Rajoy, que ya estaba en contacto con los mexicanos antes de las elecciones generales. Si no llega a ganar Rajoy, tendría que ir Feijóo a poner la cara y es un recién llegado', afirma una fuente solvente de la órbita del presidente del Gobierno,
Tras el viaje a México, Feijóo no está convencido de que vaya a cristalizar acuerdo alguno. No es invitado a la reunión prioritaria y teme regresar sin nada en el zurrón para alimentar al electorado gallego. 'Pero hay que darse cuenta de que los partidos son como multinacionales. Es la primera gran noticia que se produce con Mariano en La Moncloa. Y esto no va a quedar ahí. Supongo que ahora Feijóo estará arrepentido de no hacerle caso y haber las elecciones antes del verano en vez de ponerlas en septiembre. Feijóo no creyó que las negociaciones estaban tan avanzadas', afirma otra fuente del PP.
Rajoy y su equipo ya están pensando en las próximas generales. Ha diseñado un proyecto en tres fases en las que se crearán 2.500 trabajos en cada una. 'Pero tiene más cosas guardadas y no solo en México. Mariano no viaja a México sin nada cerrado con la salud delicada de su padre'. Pero Feijóo salió en la foto. 'Ya, es lo que toca por el bien del partido. Lo quiere el que manda y es Mariano'.
Tras un encuentro de unos 45 minutos, el presidente de la Xunta despide a Carrera en la puerta del Parlameto. No hay declaraciones. Solo fotos. Feijóo se limita a arquear las cejas cuando se le pregunta por la reunión. En el aire ulula el viaje en abril aMéxico acompañando a Mariano Rajoy y la esperanza de que Pemex podría dar petróleo en forma de construcción de barcos a un sector que tiene el agua al cuello.
Jueves. Rueda de prensa del Consello de la Xunta, Feijóo anuncia que ha cerrado un convenio con Pemex para la construcción de 14 remolcadores, siete al completo en los astilleros gallegos, la posibilidad de hacer una plataforma y de que el Puerto Exterior de A Coruña sea la base logística en Europa de la cuarta petrolera del mundo. No quiere dar cantidades hasta que llegue por la tarde Juan José Suárez Coppel, director general de Pemex, para firmar el acuerdo.
Feijóo cita en el Pazo de Raxoi a los empresarios del sector naval y después de la rúbrica anuncia que la inversión será de 250 millones de euros y se dará trabajo a 2.500 personas que estarán en el tajo 2,6 millones de horas.
Feijóo ya tiene su foto. En su declaración menciona tibiamente a Rajoy. 'Es lo que toca, porque vienen las elecciones. Ahora él tiene que colgarse su medalla, Carlos Negreira la suya pero, como quien dice, los dos pasaban por ahí. El trabajo lo ha hecho Rajoy, que ya estaba en contacto con los mexicanos antes de las elecciones generales. Si no llega a ganar Rajoy, tendría que ir Feijóo a poner la cara y es un recién llegado', afirma una fuente solvente de la órbita del presidente del Gobierno,
Tras el viaje a México, Feijóo no está convencido de que vaya a cristalizar acuerdo alguno. No es invitado a la reunión prioritaria y teme regresar sin nada en el zurrón para alimentar al electorado gallego. 'Pero hay que darse cuenta de que los partidos son como multinacionales. Es la primera gran noticia que se produce con Mariano en La Moncloa. Y esto no va a quedar ahí. Supongo que ahora Feijóo estará arrepentido de no hacerle caso y haber las elecciones antes del verano en vez de ponerlas en septiembre. Feijóo no creyó que las negociaciones estaban tan avanzadas', afirma otra fuente del PP.
Rajoy y su equipo ya están pensando en las próximas generales. Ha diseñado un proyecto en tres fases en las que se crearán 2.500 trabajos en cada una. 'Pero tiene más cosas guardadas y no solo en México. Mariano no viaja a México sin nada cerrado con la salud delicada de su padre'. Pero Feijóo salió en la foto. 'Ya, es lo que toca por el bien del partido. Lo quiere el que manda y es Mariano'.
