El paro subirá al 12,5% el próximo año y obligará al Gobierno a destinar 1.500 millones para cobertura de desempleo

El Gobierno recorta al 1,6% la previsión de crecimiento para este año, al 1% la del próximo, y prepara unos presupuestos austeros para afrontar la 'compleja' situación económica

Pedro Solbes, ministro de Economía.
La economía española crecerá este año un 1,6%, siete décimas menos de lo previsto en mayo y casi la mitad del 3,1% esperado en diciembre, pero no tocará suelo hasta 2009, cuando crecerá un 1% y no el 2,3% pronosticado. Este descenso de la actividad dejará su huella en el paro, que acabará este año en una media del 10,4% y escalará hasta el 12,5% el próximo ejercicio obligando al Estado a realizar una aportación de 1.500 millones para cubrir la protección por desempleo.
También se resistirán las cuentas públicas. El estado registrará un déficit del 0,34% el próximo año y los Presupuestos para 2009 estarán marcados por la austeridad, con un incremento del gasto del 3,5%, un porcentaje que alcanza el 4,5% si se contabiliza la dotación de 1.500 millones para desempleo.

El nuevo cuadro macro aprobado por el Consejo de Ministros pretende, según el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, ofrecer la visión 'más realista' ante el 'notable deterioro' de la situación económica, 'la más compleja de las últimas décadas'. Las nuevas previsiones del Gobierno son incluso más pesimistas que las del propio Fondo Monetario Internacional (FMI), que la pasada semana recortó sus estimaciones para España hasta el 1,8% este año y el 1,2% el siguiente. Solbes reconoció que el ajuste está siendo 'mucho más rápido e intenso' de lo previsto, pero reiteró que la economía está mejor preparada que nunca para hacer frente a los problemas y que la recuperación comenzará en el segundo semestre del próximo año para volver a tasas cercanas al potencial en 2010.

Hasta entonces, todos los indicadores irán a peor. La subida del petróleo y de los tipos de interés explican en su totalidad el recorte de siete décimas en las previsiones de crecimiento (sólo la escalada del crudo representa dos tercios de este deterioro) y el avance del PIB podría ser incluso menor si el crudo continúa su escalada, según admitió Solbes, quien afirmó que el desfase entre las previsiones iniciales del Gobierno y las actuales no es producto de 'la mala fe' sino de un cambio en los elementos objetivos,

En el escenario central, elaborado a partir de unos precios del crudo de 124,5 dólares para este año y de 133,9 dólares el siguiente, prevé un crecimiento del 1,6% en 2008, resultado de uan aportación de la demanda nacional del 1,4% y de dos décimas del sector exterior. La crisis hace mella en el consumo, que mejorará sólo unn 1,7% (el privado sólo avanzará siete décimas), mientras que la inversión sólo crecerá un modesto 0,3%, resultado de una mejora del 3% en el apartado de bienes de equipo que quedará eclipsada por la caída del 2% en la construcción, que se intensificará el próximo año. El resultado es que el PIB avanzará en 2009 tan sólo un 1% (un 0,5% la demanda nacional y del 0,4% en el sector exterior).



A pesar del perfil descendente de la economía, Solbes afirmó que el Gobierno no contempla un escenario de recesión (dos trimestres consecutuivos con crecimiento negativo), aunque admitió que, al avance intertrimestral de la economía de entre una y dos décimas del segundo trimestre, seguirán datos aún peores hasta marzo del próximo año. Aún así, afirmó que el Gobierno no espera tasas de crecimiento negativo, aunque tampoco se descartan en una situación en la que 'estamos rozando el larguero', admitió.

La primera víctima de la crisis será el empleo.La tasa media de paro se situará en el 10,4% este año (en el segundo semestre ya ha alcanzado el 10,44% y seguirá aumentando en los próximos meses) y repuntará al 12,5% en 2009. El empleo sólo crecerá cuatro décimas este año y caerá un 0,5% el siguiente, lo que se traducirá en un aumento de la productividad del 1,4% este año y del 1,5% el siguiente.


Presupuestos austeros

En este contexto, los Presupuestos Generales del Estado para el próximo ejercicio estarán marcados por tres principios: austeridad, solidaridad y mejora de la productividad. La prioridad será el gasto productivo, con la inversión en infraestructuras, educación e I+D, pero sin olvidar a las personas más afectadas por la crisis, manteniendo el gasto en protección social aunque suponga un aumento del déficit. 'Algunos preferirían cortar el grifo a los parados, los jóvenes o las familias. No es nuestra receta', afirmó la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

No obstante, la nueva previsión de crecimiento obliga a revisar a la baja la cifra de ingresos, que se situarán en 156.486 millones, y la de gastos que, excluídos los 1.500 millonesde la prestación por desempleo crecerán un 3,5% hasta los 157.870 millones de euros (2.280 millones menos de lo previsto). Si se suma esa partida, el gasto total alcanzará los 159.370 millones, lo que arrojará un déficit, tras los ajustes contables, de 3.865 millones, el 0,34% del PIB. A esto habrña que sumar el déficit de las Autonomías, que puede llegar hasta el 1% del PIB, que se compensará con el superávit previsto de la Seguridad Social.

Solbes incidió en que los presupuestos estarán marcados por la austeridad en todos los gastos, incluídos los de personal -con la anunciada reducción del 70% en la oferta de empleo público a excepción de los ámbitos de justicia y seguridad- y la solidaridad, cumpliendo con los compromisos en materia de Dependencia y complementos de mínimos.

El vicepresidente segundo, quien afirmó que sin la deducción de 400 euros en el IRPF las cifras de crecimiento serían aún más bajas, señaló que la reedición de los Pactos de la Moncloa para atajar la crisis es 'una idea', aunque, de momento, el Gobierno parece más centrado en conseguir los 6 votos que necesita para sacar adelante los Presupuestos, para lo que hablarán con todas las formaciones. En este sentido, de la Vega se mostró confiada en que conseguirán un amplio respaldo parlamentario a los Presupuestos, incluídos los 25 díputados del PSC que amenazaban con no apoyarlos si no se cierra un acuerdo satisfactorio en materia de financiación. En este sentido, Solbes afirmó que ambas negociaciones no pueden meterse en un mismo paquete e insistió en la importancia de lograr un modelo de financiación autonómica en el que todos estén razonablemente satisfechos o 'insatisfechos', y en el que nadie va a tener el 100% de lo que quiere, advirtió.


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