La cooperativa Loitamar de Domaio acaba de salir de un proceso concursal y la Xunta le ha dado luz verde para que retome la actividad, esta vez con una concesión para bivalvos, después de verse obligados a abandonar el rodaballo a causa de un parásito que impedía la producción.
El Gobierno autonómico aprobó estos días la concesión, que será experimental y por tres años, según explicaron desde la cooperativa, que precisaron que empezarán con almeja y vieira, aunque quieren ampliar la producción a zamburiña y ostra.
Loitamar inició su actividad en el año 2002 con marineros que se habían quedado sin trabajo tras abandonar la flota gallega el banco canario-sahariano.
Del medio millar de tripulantes de O Morrazo que faenaban en Marruecos, 45 crearon la cooperativa, acogiéndose a las ayudas de 60.000 euros por marinero para dejar el mar y poner en marcha un proyecto, hoy son 38.
Fue una iniciativa pionera para la producción de rodaballo en instalaciones en la ría de Vigo, en la zona moañesa de Domaio, que hace tres años se vio truncada por la aparición de un parásito que fueron incapaces de vencer, lo que provocó el abandono de la producción.
El concurso de acreedores se saldó con un pasivo de un millón de euros y la quita alcanzó el 30%. Ahora, el proyecto de producción de bivalvos es clave para la viabilidad de la cooperativa, que agrupa a 38 miembros.
En principio las jaulas que tienen en Domaio no necesitan una gran inversión, solo pequeñas adaptaciones para las nuevas especies y la cooperativa trata ahora de conseguir los fondos que necesitan para poner en marcha su proyecto.
Las enfermedades llevaron a la cooperativa a una situación límite. En julio del 2008 entró en concurso de acreedores. La resolución se prolongó casi dos años por las reclamaciones de un socio y el que había sido su biólogo.
El alcalde de Moaña, José Fervenza, se había interesado ante la Xunta por esta concesión ante quejas de vecinos. n
