La tarifa eléctrica, a la que están acogidos casi veinte millones de hogares y pymes, subirá alrededor de un 3,1% en octubre tras encarecerse el componente energético, según fuentes del sector. Con este incremento, la luz podría cerrar otro año con una subida cercana al 4%, tras los encarecimientos de enero, julio y agosto y la bajada de abril. Esta es la quinta revisión de la tarifa este año, después de subir un 3% en enero, bajar un 6,6% en abril, repuntar un 1,2% en julio e incrementarse un 3,2% de forma extraordinaria en agosto como parte de la reforma energética. Desde enero de 2011, la tarifa subió cerca del 11%.
La tarifa eléctrica -tarifa de último recurso (TUR),- se determina mediante una fórmula en la que intervienen tres factores: el precio del componente energético, la parte regulada y los impuestos.
El importe del componente energético para el cuarto trimestre del año se fijó en la subasta Cesur celebrada ayer, en la que se compró y vendió la electricidad para el suministro a tarifa en ese periodo, y que cerró con un precio un 7,6 % superior al de la puja de julio.
En o que respecta al producto punta -una especie de suplemento de electricidad para las horas de mayor consumo, entre las 08.00 y las 20.00 horas-, se han adjudicado 352 MW cada hora a 57 euros el MWh, un 3,3 % más caro. De acuerdo con el operador del mercado eléctrico, Omel, encargado de organizar la subasta, ayer se adjudicaron 2.500 megavatios de producto base -electricidad para cada una de las horas del día comprendidas entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre-, que han cerrado a un precio de 47,58 euros el megavatio hora, un 0,4 % más caro que en la anterior puja.
LOS PEAJES
En cuanto al segundo de los componentes de la tarifa, los peajes que fija el Gobierno para retribuir las actividades reguladas (distribución, transporte, primas a las renovables, ayudas al carbón, pagos por capacidad e interrumpibilidad, entre otros), el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, reiteró en varias ocasiones que prevé mantenerlos congelados.
De esta manera, con los peajes e impuestos estables y un repunte en el componente energético del 7,6%, el resultado de la revisión debería situarse en el 3,1 %.
El Gobierno defiende que la tarifa debe depender del mercado y no de la discrecionalidad del Ejecutivo, especialmente después de que en agosto subieran los peajes un 8% como parte de la reforma energética, que pretende reordenar el sector. El ministro precisó ayer que el anuncio de la subida de la luz en un 3,1% 'no es una buena noticia', pero aseguró que una intervención del Gobierno para mitigar este impacto hubiera sido 'pan para hoy y hambre para mañana'. Soria se refirió así a la situación creada tras la subasta de energía y que se tradujo en un encarecimiento de la electricidad.
El ministro recordó que hace años que el precio de la luz se rige 'en un mercado libre' y apuntó que, cuando anteriores gobiernos intervenían para bajar el precio, se hacía de manera 'artificial'.
El importe del componente energético para el cuarto trimestre del año se fijó en la subasta Cesur celebrada ayer, en la que se compró y vendió la electricidad para el suministro a tarifa en ese periodo, y que cerró con un precio un 7,6 % superior al de la puja de julio.
En o que respecta al producto punta -una especie de suplemento de electricidad para las horas de mayor consumo, entre las 08.00 y las 20.00 horas-, se han adjudicado 352 MW cada hora a 57 euros el MWh, un 3,3 % más caro. De acuerdo con el operador del mercado eléctrico, Omel, encargado de organizar la subasta, ayer se adjudicaron 2.500 megavatios de producto base -electricidad para cada una de las horas del día comprendidas entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre-, que han cerrado a un precio de 47,58 euros el megavatio hora, un 0,4 % más caro que en la anterior puja.
LOS PEAJES
En cuanto al segundo de los componentes de la tarifa, los peajes que fija el Gobierno para retribuir las actividades reguladas (distribución, transporte, primas a las renovables, ayudas al carbón, pagos por capacidad e interrumpibilidad, entre otros), el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, reiteró en varias ocasiones que prevé mantenerlos congelados.
De esta manera, con los peajes e impuestos estables y un repunte en el componente energético del 7,6%, el resultado de la revisión debería situarse en el 3,1 %.
El Gobierno defiende que la tarifa debe depender del mercado y no de la discrecionalidad del Ejecutivo, especialmente después de que en agosto subieran los peajes un 8% como parte de la reforma energética, que pretende reordenar el sector. El ministro precisó ayer que el anuncio de la subida de la luz en un 3,1% 'no es una buena noticia', pero aseguró que una intervención del Gobierno para mitigar este impacto hubiera sido 'pan para hoy y hambre para mañana'. Soria se refirió así a la situación creada tras la subasta de energía y que se tradujo en un encarecimiento de la electricidad.
El ministro recordó que hace años que el precio de la luz se rige 'en un mercado libre' y apuntó que, cuando anteriores gobiernos intervenían para bajar el precio, se hacía de manera 'artificial'.
