40.000 trabajadores van a la huelga y la patronal anuncia cierres de empresas

El metal afronta un duro conflicto tras romperse las negociaciones

Las 30 horas de negociación acabaron sin acuerdo. Foto: nuria pérez
El conflicto del sector del metal en Vigo y la provincia inicia una nueva fase de consecuencias imprevisibles al romperse el diálogo entre patronal y sindicatos tras 30 horas seguidas de negociación sin un acuerdo. Hoy está convocada huelga general del sector, incluyendo a PSA Vigo, a la que están llamados 40.000 trabajadores y, a partir del lunes, el paro será indefinido. La patronal augura cierres de empresas y más parados, y creen que no hay salida al conflicto.
Lo peor que podía pasar, pasó. Habrá huelga indefinida del metal en toda la provincia y será a partir mismo, jornada en la que además el paro tendrá carácter general, es decir que abarcará a las empresas que tienen convenio propio (como PSA Peugeot-Citroën). Tras más de 30 horas de negociación, sindicatos y patronal rompieron ayer a las nueve y media de la noche la negociación del convenio colectivo al encallar las conversaciones en el tema salarial. El presidente de la patronal Asime (Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia), José María Hidalgo, responsabilizó a los sindicatos del fracaso y les tachó de ‘insconcientes’ por los que costes que va a generar el conflicto del metal. Hidalgo manifestó, en declaraciones a este diario, su ‘gran preocupación’ por lo que ocurrirá. ‘No tienen ni idea (en referencia a los sindicatos) de lo que va a pasar en los próximos días en Vigo’ y señaló que ‘numerosas empresas se van a ir al traste y tendrá una repercusión importante en el número de parados en el sector que irá en aumento’. Hidalgo dijo que los representantes de los trabajadores ‘se han metido en un callejón sin salida’ y que ‘no hay posibilidad de acuerdo’, al menos de momento. Los empresarios también lamentaron que, después de varios días de huelga ‘con asaltos ilegales y salvajadas’, hoy ‘le toca pagar a la automoción’ (porque será de carácter general). Por su parte, los representantes de los trabajadores, a su vez, culparon a los empresarios de la falta de acuerdo. El portavoz de UGT, Diego Atanes, afirmó que se produjeron ‘muy tímidos avances’ que no fueron suficientes para cerrar un acuerdo, y recordó que los tres puntos a los que se redujo el debate —vigencia, regulación de la jornada e incremento salarial— ‘son un todo y no puede haber acuerdo en unas cosas sí y en otras no’. El responsable de la CIG, Antolín Alcántara, matizó que la razón de que se hubiera levantado la mesa negociadora fue ‘una cuestión de voluntad’. Además, mostró la disposición de las centrales de seguir negociando cuando los mediadores de la Administración vuelvan a convocar a las partes, y anunció que se va a ‘administrar el conflicto’ por si se alarga en el tiempo, para que perjudique lo menos posible a los trabajadores. El representante de CC OO, Ramón Sarmiento, explicó que, a lo largo de las más de 30 horas de la última reunión, ‘hubo momentos en que el acuerdo se percibía cerca’ por lo que ‘hay que recuperar ese escenario’. Esta última reunión fue más larga de lo habitual. Comenzó el miércoles a las 12 de la mañana, duró todo el día, continuó de madrugada y se prolongó a lo largo de todo el jueves. Además del presidente del Consello Galego de Relacións Laborais, Demetrio Fernández, ayer se sumó como mediadora la ‘superdelegada’ de la Xunta en Vigo, Lucía Molares, que pasó toda la noche.

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