El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los empresarios, encabezados por el líder de la CEOE, Juan Rosell, coincidieron en que lo peor de la crisis económica pasó y en que es necesario continuar con la agenda reformista del Ejecutivo. La patronal CEOE celebró ayer su asamblea ordinaria, en la que aprobaron un código ético para acabar 'con actitudes inadecuadas que han gozado de demasiada impunidad' y la base para su próxima reforma estatutaria, que será aprobada definitivamente en otra de carácter extraordinario.
Mariano Rajoy aseguró en su intervención que'lo peor ha pasado' y se está en el 'buen camino', aunque pidió perseverancia para reducir el déficit y seguir con las reformas. Por su parte, Rosell pidió al jefe de Gobierno 'valentía' en esta tarea, aunque le advirtió de que 'no son posibles más subidas de impuestos' porque conllevarían 'más destrucción de actividad y de empleo y no tendrán eficacia recaudatoria'.
Según Rajoy, hay datos económicos 'positivos' que suponen el 'prólogo o la primera página de la recuperación'. Entre ellos ha citado la reducción del déficit en unos 22.000 millones de euros, que la inflación vaya a cerrar este año en el entorno del 1 % y que en marzo pasado se haya conseguido superávit comercial. Otra cifra que ha subrayado es que en marzo, abril y mayo de 2012 el paro registrado creció en 2.024 personas, mientras que en los mismos meses de este año bajó en 149.244, lo que le llevó a señalar que hay 'motivos fundados para la esperanza' y que hay indicadores que mejoran, lo que refleja que la sociedad está haciendo 'bien' las cosas y esto lleva al 'convencimiento de que es posible superar la situación'.
Rosell por su parte señaló que la fiscalidad es una de las principales preocupaciones de los empresarios y alertó de que la recaudación no es suficiente, no por lo escaso del sistema tributario, sino por el deterioro de la actividad económica. Denunció que los impuestos de las comunidades autónomas producen efectos perversos e incluso distorsiones de mercado. También ha aprovechado la presencia de Rajoy, a quien acompañaba la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, para reclamarle que acabe con la economía sumergida o, al menos, la combata erradicando la picaresca 'por pequeña que sea'.
Tanto Rajoy como Rosell coincidieron también en la necesidad de que fluya el crédito entre las familias y las empresas, sobre lo que el presidente del Gobierno indicó que se consiguió 'limpiar la herida, que está cicatrizando', y que ahora el crédito debe producirse y además con rapidez.
Según Rajoy, hay datos económicos 'positivos' que suponen el 'prólogo o la primera página de la recuperación'. Entre ellos ha citado la reducción del déficit en unos 22.000 millones de euros, que la inflación vaya a cerrar este año en el entorno del 1 % y que en marzo pasado se haya conseguido superávit comercial. Otra cifra que ha subrayado es que en marzo, abril y mayo de 2012 el paro registrado creció en 2.024 personas, mientras que en los mismos meses de este año bajó en 149.244, lo que le llevó a señalar que hay 'motivos fundados para la esperanza' y que hay indicadores que mejoran, lo que refleja que la sociedad está haciendo 'bien' las cosas y esto lleva al 'convencimiento de que es posible superar la situación'.
Rosell por su parte señaló que la fiscalidad es una de las principales preocupaciones de los empresarios y alertó de que la recaudación no es suficiente, no por lo escaso del sistema tributario, sino por el deterioro de la actividad económica. Denunció que los impuestos de las comunidades autónomas producen efectos perversos e incluso distorsiones de mercado. También ha aprovechado la presencia de Rajoy, a quien acompañaba la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, para reclamarle que acabe con la economía sumergida o, al menos, la combata erradicando la picaresca 'por pequeña que sea'.
Tanto Rajoy como Rosell coincidieron también en la necesidad de que fluya el crédito entre las familias y las empresas, sobre lo que el presidente del Gobierno indicó que se consiguió 'limpiar la herida, que está cicatrizando', y que ahora el crédito debe producirse y además con rapidez.
