Portugal conmemora hoy el 101 aniversario de la República con toda su atención puesta en la crisis, inmerso en un profundo programa de recortes y preocupado por la dificultad para regresar al crecimiento económico.
Entre los discursos pronunciados por diferentes representantes de la sociedad lusa con motivo de la efemérides, el más contundente fue el del jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva, quien reconoció que su país corre el riesgo de desaprovechar la ayuda financiera internacional y necesitar de un nuevo rescate si no logra volver a la senda del crecimiento.
'Quiero alertar a los portugueses de forma muy directa: La disciplina presupuestaria será dura e inevitable, pero si no existen a corto plazo señales de recuperación económica, podría perderse la oportunidad creada por el programa de asistencia financiera', subrayó Cavaco.
La crisis económica volvió a ser el eje central del discurso del jefe del Estado luso, que compareció hoy en Lisboa en un acto público con motivo del aniversario de la República.
Cavaco, quien fuera primer ministro entre 1985 y 1995 e histórico dirigente del Partido Social Demócrata (PSD, de centro derecha y actualmente en el Gobierno), defendió que además del 'inevitable saneamiento de las cuentas públicas', se debe revitalizar el tejido productivo nacional y la inversión privada.
Apuntó, asimismo, la necesidad de combatir el desempleo, aumentar la productividad y fabricar más bienes y servicios 'capaces de competir en los mercados extranjeros'.
'Si todo esto no ocurre, estaremos de nuevo colocados en la contingencia de recurrir a la ayuda externa, lo cual, si pasara, supondría condiciones todavía más gravosas para los portugueses', advirtió.
'Tenemos que evitarlo a toda costa', recalcó el presidente luso.
El Ejecutivo del primer ministro Passos Coelho se ha centrado durante los tres primeros meses de mandato en aprobar los recortes acordados con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) como contrapartida por el rescate financiero, de 78.000 millones de euros.
Según sus estimaciones, Portugal debería recuperar el crecimiento económico -tras dos años consecutivos de recesión- en 2013, cuando prevé un aumento del PIB del 1,2 por ciento.
El propio Passos Coelho se mostró de acuerdo con las tesis defendidas hoy por Cavaco, y señaló en declaraciones a los periodistas que su confianza en superar la crisis pasa por la atracción de inversiones extranjeras.
Según el primer ministro luso, para conseguirlo es preciso 'acelerar el proceso de privatizaciones' puesto en marcha por su Gobierno, y en el que figuran algunas de las más importantes compañías del país, como la eléctrica Energías de Portugal (EDP) o la petrolera Galp.
Tanto Cavaco como Passos Coelho coincidieron en recordar que la situación de su país dependerá también del rumbo que adopte la Unión Europea para gestionar la llamada 'crisis de la deuda' y resolver los problemas que atraviesa Grecia.
Desde la oposición, el secretario general del Partido Socialista (PS), António Seguro, advirtió de que la severidad de las reformas pueden acabar ahogando las posibilidades de recuperar el tan deseado crecimiento económico.
'Austeridad más austeridad no es el mejor camino para colocar a Portugal en un ritmo de crecimiento sostenible', señaló el líder de los socialistas lusos.
Pese a que hoy es festivo en todo el país, Portugal acudió al mercado para obtener financiación a corto plazo y logró colocar 722 millones de euros (ligeramente por debajo del máximo de la emisión) en deuda a tres meses a un interés del 4,97 por ciento, cuatro centésimas superior al obtenido en la anterior subasta similar.
Esta tasa refleja las dificultades que tiene el país para recuperar la confianza de los mercados pese a su petición de rescate, ya que triplica la rentabilidad que exigieron los inversores por sus títulos a tres años hace justo un año.
101 años después de poner punto y final al reinado de Manuel II (1908-1910) y adoptar el sistema republicano, Portugal atraviesa una crisis económica considerada la peor de su historia.
