Prefabricados Castelo pasa a llamarse Castelo Solucións y sus nuevos dueños son 136 trabajadores que conservaba tras un largo proceso concursal que le llevó a liquidación. Los trabajadores constituyeron una Sociedad Anónima Laboral (SAL) para evitar su desaparición y se convirtieron en accionistas de la compañía de construcción, con sede en Porriño.
El conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, se reunió ayer con ellos ya que la Xunta aportará algo más de cuatro millones de euros en préstamos y avales para que se pueda cerrar la operación -los trabajadores pusieron 3,8 millones-.
El proyecto incluye las plantas ubicadas en Porriño, Coirós y Ocaña (Toledo), que retomaron el trabajo en agosto, si bien la compra de las instalaciones se hará antes de que acabe el año. Una vez con las plantas en propiedad -compran las parcelas completas-, los nuevos dueños barajan poner en venta un total de 50.000 metros cuadrados de las instalaciones de Porriño, que tienen 70.000 metros.
El director general de Castelo Solucións, Xaime Lorenzo, destacó la existencia de un plan de viabilidad muy riguroso y aseguró que las previsiones de facturación para 2011 son de cinco millones de euros y que las perspectivas de crecimiento se mantendrán entre el 20 y 30 por ciento para los próximos años. Así, resaltó la apuesta de la empresa por la internacionalización y avanzó que están inmersos en un proyecto para Repsol en Sudamérica.
El conselleiro valoró el esfuerzo de los trabajadores por sacar adelante el proyecto y reivindicó el papel de Igape y Xesgalicia. Con acciones como ésta se demuestra que cuando hacen falta siempre están, dijo Guerra.
Castelo Solucións surge del proyecto de 163 trabajadores del grupo en liquidación -que en enero tenía unos 300 empleados- que han puesto un total de 3,8 millones de euros de capital. La empresa está trabajado en obras como el viaducto del vial entre Goián y A Guarda y la obra media se sitúa en unos 200.000 euros.
