El gasóleo profesional pasa a la historia cinco años después de ponerse en marcha. Su eliminación llega en el peor momento, dice Antonio Fernádez, portavoz de Fetram, una de las federaciones de transportistas de Galicia. Es un golpe muy duro porque la carga de trabajo no deja de caer y hay mucho impago, lo que lleva a las empresas al límite, en muchos casos.
Pero hay más problemas en el sector. El encarecimiento de los combustibles -está en máximos- y la subida del precio de los peajes en todo el territorio estatal -3,2% de media-. Esto agrava más todavía nuestra situación, pero, sin duda, el grueso está en la supresión del gasóleo profesional.
Los empresarios calculan que que la anulación de esta subvención desde el pasado 1 de enero supondrá un sobrecoste de unos 1.500 euros de media anuales para un vehículo pesado en transporte nacional.
La Federación Gallega de Transporte de Mercancías -aglutina a 1.500 empresas y 6.000 camiones- dice que 2011 ha sido un año muy malo, caracterizado por la bajada de la actividad, de los precios y el incremento de la morosidad. No tenemos un duro y no hay crédito porque las entidades financieras siguen cerradas a cal y canto. Esperemos que el sector toque fondo pronto y poder pensar en una recuperación hacia algún lado, explicó el secretario general de Fegatramer, Carlos García Cumplico, en declaraciones a este diario.
Apetamcor, la otra patronal del sector en la comunidad, califica esta medida de discriminatoria ya que se mantiene la exención total de la fiscalidad en los carburantes de otros sectores profesionales (agricultura, pesca o minería), apunta su gerente Alberto Vila.
El gasóleo profesional se trata de un mecanismo de ayuda para los transportistas, que reciben de forma trimestral por parte de la Agencia Tributaria una devolución de de 2,8 céntimos de euro por litro consumido. Hacienda se ahorrará unos 300 millones de euros anuales con el fin de esta subvención, que no ha sido impuesta por el Gobierno, sino por la Unión Europea.n
Los empresarios calculan que que la anulación de esta subvención desde el pasado 1 de enero supondrá un sobrecoste de unos 1.500 euros de media anuales para un vehículo pesado en transporte nacional.
La Federación Gallega de Transporte de Mercancías -aglutina a 1.500 empresas y 6.000 camiones- dice que 2011 ha sido un año muy malo, caracterizado por la bajada de la actividad, de los precios y el incremento de la morosidad. No tenemos un duro y no hay crédito porque las entidades financieras siguen cerradas a cal y canto. Esperemos que el sector toque fondo pronto y poder pensar en una recuperación hacia algún lado, explicó el secretario general de Fegatramer, Carlos García Cumplico, en declaraciones a este diario.
Apetamcor, la otra patronal del sector en la comunidad, califica esta medida de discriminatoria ya que se mantiene la exención total de la fiscalidad en los carburantes de otros sectores profesionales (agricultura, pesca o minería), apunta su gerente Alberto Vila.
El gasóleo profesional se trata de un mecanismo de ayuda para los transportistas, que reciben de forma trimestral por parte de la Agencia Tributaria una devolución de de 2,8 céntimos de euro por litro consumido. Hacienda se ahorrará unos 300 millones de euros anuales con el fin de esta subvención, que no ha sido impuesta por el Gobierno, sino por la Unión Europea.n
