Veintitrés países apoyaron la reforma, tres aguardan el respaldo de sus parlamento y los británicos decidieron quedar fuera

La UE impulsará un nuevo Tratado para salvar el euro, pero sin Londres

Los jefes de estado y de Gobierno de la Unión Europea posan para la foto de familia tras finalizar la cumbre de Bruselas. (Foto: DIRK WAEM)
La UE logró unir a todos sus Estados miembros excepto el euroescéptico Reino Unido en torno a un mismo objetivo: salvar el euro y corregir el pecado original de la unión monetaria, pero, aunque el pacto fiscal sellado supone para unos un 'hito', otros creen que el acuerdo flojea en el flanco financiero.
Las bolsas europeas reaccionaron ayer con subidas generalizadas -el Ibex español subió un 2,23%- al acuerdo alcanzado en la madrugada entre los 17 países de la eurozona, a los que se sumarán probablemente otros nueve Estados que no comparten la moneda común: Bulgaria, Dinamarca, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Suecia; todos salvo Reino Unido, que finalmente vetó la reforma del Tratado y quedó aislado.

Y eso que Londres es perfectamente consciente de que le interesa tener una eurozona estable, porque, como se vio a lo largo de los dos años de crisis de deuda, el terremoto inicial se convirtió en sistémico y afecta a toda la economía europea. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, dijo que no es bueno que Londres se quede al margen, pero tampoco es bueno para los británicos, ya que 'si quieren jugar un papel central en Europa, tienen que ser parte de todas las políticas comunes'.

Pese a este revés, originado por las salvaguardas exigidas por el primer ministro británico, David Cameron, para proteger los intereses de la plaza financiera londinense, en términos prácticos y de 'sustancia' confeccionar un tratado intergubernamental genera el mismo resultado para el euro que una reforma del Tratado, según aseguró la canciller alemana, Angela Merkel. Es una verdad a medias, porque al ser un tratado internacional, es más complicado otorgar a la Comisión Europea y al Tribunal de la UE el papel de supervisor y sancionador, por lo que el pacto tiene un punto débil.


LISTO PARA MARZO

La ventaja es que el proceso de redacción y aprobación del tratado es más rápido: el objetivo es tenerlo listo en marzo. La intención es que esta cooperación reforzada se incorpore en algún momento en el Tratado de la UE, como se hizo con Schengen. Darle a la parte de cumplimiento del pacto la máxima fuerza legal es imprescindible, porque los mandatarios de la eurozona saben que no pueden volver a violar otras 60 veces el Pacto de Estabilidad y Crecimiento sin que el incumplimiento por déficit excesivo hubiera tenido consecuencias para los países pecadores.

Esta pérdida de confianza ha contribuido a los problemas que vive hoy el euro y al haberse sumado los errores durante años, ahora no se puede esperar que los 17 países miembros recuperen la credibilidad de la noche a la mañana.

'No se logra con un solo Consejo, pero estamos creando paso a paso una nueva base para la confianza, para el euro y para nuestra unión', afirmó Merkel, quien calificó el pacto fiscal de 'hito' o punto de inflexión porque permite avanzar en una 'unión de estabilidad'. En el vigésimo aniversario de la adopción del Tratado de Maastricht, la UE se dio finalmente cuenta de que la unión económica y monetaria se tiene que apoyar en un fundamento 'más estable', de manera que con el nuevo pacto y los avances en la unión política, se eliminen las debilidades persistentes desde la introducción de la moneda común. Reino Unido ya se desvinculó entonces de ese proceso de integración.

La eurozona también ha corregido otro error que cometió hace solo un año en la ciudad francesa de Deauville, cuando Merkel convenció a Nicolas Sarkozy de la necesidad de que la banca privada participe en potenciales reestructuraciones de deuda, como ocurrió en el caso de Grecia. La canciller admitió ayer que, si bien el planteamiento es justo, 'ha contribuido a la incertidumbre' sobre la deuda soberana. Ahora la eurozona se ajustará en su mecanismo de rescate a las normas del Fondo Monetario Internacional.

La eurozona logró avanzar en la disciplina fiscal y en la construcción de un nuevo futuro en la que cada país mantenga su casa en orden, pero no ha conseguido crear el 'bazuca financiero', un verdadero cortafuegos contra la crisis.

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