La fábrica viguesa de PSA Peugeot-Citroën dejó de fabricar unos 8.200 vehículos en lo que va de año por problemas con sus proveedores.
El último se produjo esta misma semana, con la empresa francesa Agrati, que le sirve tornillería tanto para las furgonetas Berlingo y Partner como para los monovolúmenes C4 Picasso.
El paro se produjo en los turnos de noche del jueves, viernes y domingo y en el de mañana del sábado y está previsto que se reanude mañana. El impacto fue de unos 1.200 coches y 2.200 trabajadores afectados (en este caso sólo furgonetas).
El caso más llamativo este año se produjo entre marzo y abril, debido a los terremotos de Japón. La multinacional nipona Hitachi se vio obligada a parar su actividad debido a la falta de electricidad y no pudo enviar piezas a todo el grupo PSA. Se trataba de caudalímetros (incorporados en los motores), que provocaron la pérdida de unos 6.000 coches en la planta viguesa.
Antes, en febrero, la factoría de Balaídos ya tuvo que irrumpir la producción por problemas con su proveedor alemán TRW, que no era capaz de cubrir toda la demanda (trabaja para más constructores automovilísticos) por problemas de soporte logístico. Sirve a PSA con componentes electrónicos de la dirección asistida de los C4 Picasso. En esta ocasión se dejaron de ensamblar en Balaídos unos 1.000 vehículos (fueron 15.000 en todo el grupo automovilístico francés).
Además, la actividad de la factoría se vio amenazada en más ocasiones también por causas ajenas, como la huelga indefinida de Treves Galicia o la de Faurecia, cuyos acuerdos laborales alcanzados 'in extremis' lograron evitar paros más grandes, sólo fue de unas horas en la línea de los monovolúmenes al no tener moquetas, fundas de asientos e insonoros que hace Treves en su planta de Pontevedra.
En la mayoría de las ocasiones, PSA Vigo recurrió al ERE (aprobado por la Xunta en febrero y que estará en vigor hasta 2012) para paliar la falta de trabajo.
El paro se produjo en los turnos de noche del jueves, viernes y domingo y en el de mañana del sábado y está previsto que se reanude mañana. El impacto fue de unos 1.200 coches y 2.200 trabajadores afectados (en este caso sólo furgonetas).
El caso más llamativo este año se produjo entre marzo y abril, debido a los terremotos de Japón. La multinacional nipona Hitachi se vio obligada a parar su actividad debido a la falta de electricidad y no pudo enviar piezas a todo el grupo PSA. Se trataba de caudalímetros (incorporados en los motores), que provocaron la pérdida de unos 6.000 coches en la planta viguesa.
Antes, en febrero, la factoría de Balaídos ya tuvo que irrumpir la producción por problemas con su proveedor alemán TRW, que no era capaz de cubrir toda la demanda (trabaja para más constructores automovilísticos) por problemas de soporte logístico. Sirve a PSA con componentes electrónicos de la dirección asistida de los C4 Picasso. En esta ocasión se dejaron de ensamblar en Balaídos unos 1.000 vehículos (fueron 15.000 en todo el grupo automovilístico francés).
Además, la actividad de la factoría se vio amenazada en más ocasiones también por causas ajenas, como la huelga indefinida de Treves Galicia o la de Faurecia, cuyos acuerdos laborales alcanzados 'in extremis' lograron evitar paros más grandes, sólo fue de unas horas en la línea de los monovolúmenes al no tener moquetas, fundas de asientos e insonoros que hace Treves en su planta de Pontevedra.
En la mayoría de las ocasiones, PSA Vigo recurrió al ERE (aprobado por la Xunta en febrero y que estará en vigor hasta 2012) para paliar la falta de trabajo.
