Presidente Banco de Alimentos de Ourense

Antonio Fernández: ’Ourense es una provincia solidaria, pero precisamos voluntarios que nos ayuden’

El presidente del Banco de Alimentos, José Antonio Armada.
José Antonio Fernández, presidente del Banco de Alimentos de Ourense, cifra en 13.000 las personas necesitadas en Ourense, una provincia que considera ’sensible y solidaria’.
Desde hace 12 años, el Banco de Alimentos de Ourense trabaja con el objetivo de hacer llegar a los más necesitados de la provincia, alimentos procedentes de los excedentes europeos. José Antonio Fernández Dibuja es el presidente de la asociación, así como el máximo representante de la Federación de Bancos de Alimentos de Galicia.

¿Qué es el Banco de Alimentos?

El Banco de Alimentos es una asociación, sin ánimo de lucro, compuesta por voluntarios que se dedica en exclusiva a mermar las necesidades de la región. Desde el Banco de Alimentos de Ourense nos encargamos de recibir los excedentes europeos, contactar con empresas agroalimentarias de la provincia, así como otros bancos de la Península, y gestionar los productos con el fin de repartirlos entre la gente que lo necesita. Aunque si que me gustaría recalcar que los responsables de confeccionar y mantener vigentes la relación de personas necesitadas son las distintas entidades con las que colaboramos y que se hacen cargo del reparto, dígase concellos, parroquias o asociaciones.

¿Ourense es una provincia solidaria?

Estoy convencido de que en Ourense hay sensibilidad. Tenemos empresas como Carrefour, Froiz o Coren, con quien tenemos pendiente la firma de un convenio, que colaboran con nosotros cada temporada. También debemos agradecer la ayuda de instituciones locales como el Concello de Ourense o la Diputación provincial, que siempre están ahí. Con quien no estamos tan satisfechos es con Vicepresidencia de la Xunta, porque siempre nos ha dado la espaldam sin tan siquiera recibirnos para explicarle quiénes somos y lo que hacemos. Anxo Quintana va por otros lares que no son estos, pero algún día se dará cuenta.

¿Y entre la gente?

En la actualidad estamos algo escasos de voluntarios. La ONG la formamos la junta directiva y poco más. Somos pocos y por eso me gustaría invitar a jubilados, personas con tiempo libre que estén dispuestos a colaborar, a que se acerquen hasta nuestras dependencias. Porque la nuestra tampoco es una actividad constante sino que se produce cada cierto tiempo, coincidiendo con la época de los repartos. Además, cada uno puede emplear las horas que quiera.

¿Cuál es el perfil de los usuarios ourensanos?

Es muy diverso. Hay que darse cuenta que, desde el Banco de Alimentos, se atiende a diferentes colectivos: asociaciones de mujeres, emigrantes, familias, entidades de consumo y de reparto.

¿Qué diferencias encuentra entre el usuario ourensano respecto al de otras provincias gallegas o españolas?

Nada en especial. Lo que sí es cierto es que, en algunas zonas, algunos productos gustan más que en otras. Aunque en toda España se reparte el mismo paquete. En este sentido, los gustos de los ourensanos son muy similares a los del resto de la cornisa cantábrica, las diferencias son más palpables con Andalucía o Extremadura.

¿Cómo definiría el nivel de pobreza en Ourense?

Más o menos se mantiene respecto a años anteriores, puede existir una variación de un 1% arriba o abajo. Que nosotros tengamos tabulados, en la actualidad existen alrededor de 13.500 personas necesitadas.

Hace doce años que el Banco de Alimentos ofrece su ayuda a los vecinos de la provincia, ¿cuáles son los cambios más significativos?

Uno de los más notorios se ha producido con el incremento del número de emigrantes, que llegan sin apenas recursos y sus sueldos apenas llegan a fin de mes. Otro de los agentes que ha aumentado tiene que ver con el número de mujeres que sufren problemas de violencia de género.

De cara a este nuevo año que acaba de empezar, ¿cuáles son las necesidades del Banco de Alimentos de Ourense?

Son muchas y variadas. Primero necesitamos una nave propia donde poder almacenar los alimentos, también una carretilla y un furgón para su transporte. Pero también necesitamos voluntarios, gente que ayude.

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