Jefe del Departamento de Pediatría del CHOU

Federico Martinón Sánchez: ’La pintura refleja personajes patológicos’

Federico Martinón Sánchez.
El jefe del Departamento de Pediatría del CHOU, Federico Martinón, impartió ayer en El Liceo la conferencia ’Las Meninas de Velázquez bajo el enfoque de un pediatra’.

La relación del arte y la Medicina ha quedado patente en la conferencia que impartió ayer en El Liceo, con el título ’Las Meninas’ de Velázquez bajo el enfoque de un pediatra’.

En la conferencia sitúo a Velázquez y su obra de forma general, para centrarme en Las Meninas, cuadro en el que aparecen once personajes, unos normales y otros con patologías.
¿Cuáles son sus apreciaciones de esta obra desde el punto de vista pictórico?
A diferencia de lo que muchos creen, considero que Velázquez no retrata a los reyes Felipe IV y Mariana de Austria, que se reflejan en el espejo. Los reyes irrumpen en escena en ese momento. El autor revela lo que pinta y cómo pinta, no lo que hay en el bastidor. Y pinta a la infanta Margarita María y su entorno, que, desde el punto de vista teatral o dramático, son comparsas alrededor de ella. Es un lienzo sin espalda. Los personajes tienen todos un gesto y una mirada hacia el espectador, incluido el aposentador de la reina, José Nieto, que sube las escaleras, se detiene y mira hacia atrás; o el propio Velázquez, que interrumpe su pintura. La menina de la derecha realiza una inclinación a los reyes. Todos participan de la instantánea. Es una ventana abierta a entrar en el cuadro.



Entre los años 1550 y 1828 (muerte de Goya) se desarrolla la pintura realista española, lo que se denominó el estilo clínico de la pintura, que refleja personajes con rasgos patológicos, que ponían en evidencia sus enfermedades y su atracción psiquiátrica. Entre estos artistas está Velázquez y un cuadro signifi cativo es Las Meninas.



Sólo dos de ellos. Se especula que la infanta Margarita, que murió prematuramente, era una niña enferma -pubertad precoz, talla corta, bocio y exoftalmos-. Yo creo que fue una niña normal, según lo que se ve en el cuadro de Velázquez. Creo que murió de extenuación, porque la casaron a los 15 años y tuvo siete embarazos en un periodo de tiempo corto. Las dos meninas, María Agustina Sarmiento e Isabel de Velasco, también son absolutamente normales. Sin embargo, los dos enanos, Mari Bárbola y Nicolás Pertusato, sí presentan patologías. El primero, por rasgos dismorfológicos y expresión de necio, sufre acondroplasia con subnormalidad. En la conferencia, realizo un juego de diagnóstico diferencial con los otros enanos que pinta Velázquez, Sebastián de Mora (que padece acondroplasia) y Francisco Lezcano (que sufre enanismo hipotiroideo). El otro, Nicolás de Pertusato, es un niño de 12 años enano, un muñequito delicado, con carita de querubín, que tiene un déficit de la hormona del crecimiento, que también padecía un hermano suyo.



Las displasias óseas hoy se identifican genéticamente, pero el único tratamiento es el alargamiento quirúrgico de miembros -se consigue unos 15 centímetros-. De nuestro Departamento de Pediatría son seis los niños operados. Inicialmente, se operaban en el servicio de Traumatología del Instituto de Zeus de Barcelona o en la clínica de Navarra, pero hoy se hace en muchos hospitales de la red pública, y los resultados cada vez son mejores. El hipotiroidismo congénito hoy ya se trata desde el primer día de nacimiento, y no tendrá ni afectación psíquica ni neurológica. También hay tratamiento sustitutivo de la hormona del crecimiento -una inyección diaria hasta que termine el crecimiento-.

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