Diputado por Álava en el Congreso

Ramón Jáuregui: ’Hay que recuperar la nobleza de la política’

El diputado socialista por Álava en el Congreso de los Diputados, Ramón Jáuregui, disertará en Ourense sobre los nuevos retos que deben marcar a la política del siglo XXI.

Licenciado en Derecho y abogado, Ramón Jáuregui Atondo (San Sebastián, 1948) lleva la política en las venas desde muy joven, con una trayectoria profesional vinculada al Partido Socialista. Actualmente, es diputado por Álava en el Congreso de los Diputados y portavoz del PSOE en la Comisión Constitucional de las Cortes.
Consciente de que en la política del actual gobierno la reforma de los estatutos, y en especial, el aprobado en Cataluña, es uno de los aspectos que más controversia ha generado, Jáuregui hace hincapié en la importancia de la recuperación del diálogo institucional entre el Gobierno central y las comunidades autónomas.

De todo ello y partiendo de una mirada retrospectiva a los grandes acontecimientos del siglo pasado, Ramón Jáuregui hablará mañana en una nueva sesión del Foro La Región, que le llevará a una diserción sobre los nuevos retos para la política del siglo XXI. Será en el Centro de Desenvolvemento Caixanova a partir de las 20.15 horas.



La actividad política debe recuperar el prestigio y la nobleza de la función pública y abordar una reforma profunda de todos los parámetros de la sociedad del bienestar, modernizando los grandes instrumentos de la igualdad de oportunidades, tales como la política educativa, la fiscal o todo lo relacionado con los servicios sociales. Entiendo que es necesario reivindicar una modernización del modelo socio-laboral para poder construir una sociedad más digna. Y en el ámbito supranacional, sin duda hace falta solucionar las grandes causas pendientes, entiéndase extender la demo cracia en el mundo o caminar hacia la búsqueda de una fiscalidad internacional para que dé atención a situaciones aún sin solventar, como el hambre.

La política tiene que recuperar una agenda de objetivos para los ciudadanos, establecer unas metas para que la ciudadanía camine hacia ellas. Yo soy de los que cree que el futuro de la sociedad no lo puede organizar el mercado porque el mercado no tiene ojos ni alma. La cuestión es que la política tiene que proponer un modelo de organización de la sociedad, esa es la esencia.

Los nacionalismos han adquirido una cierta entidad, sobre todo con la caída del muro, debido al resurgimiento de viejas nacionales y porque la globalización genera una homogenización que hace resurgir lo local. Se ha generado una gran paradoja: cuando todo nos reclama el fortalecimiento de los organismos supranacionales, hay una potenciación de lo trivial. No es muy coherente que las comunidades étnicas pretendan imponer un mundo de miles de naciones.



Esta paradoja obliga a una reflexión profunda sobre la manera de respetar la identidad en un modelo de organización política racional sin que se establezca esa regla absurda de que cada étnia tiene que tener una identidad.

Los electores son muy sabios y bastante más maduros de lo que creemos. Desde lo que yo percibo, entiendo que hay una opinión muy generalizada que es favorable a lo que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha venido haciendo en estos últimos cuatro años. Especialmente, se valora de forma muy positiva todo lo que ha trabajado por lograr un mayor bienestar para la ciudadanía, por el crecimiento económico de España y por la redistribución social.

De lo que estoy convencido es de que todo lo que el actual gobierno de España ha hecho, sobre todo en materia de políticas sociales, va a ser premiado por los ciudadanos el día de las elecciones.

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