Las mujeres, las entroideiras, reinaron en Verín. Ni el viento ni la lluvia que el temporal Karlotta repartió durante todo el día por Galicia detuvieron la celebración del Xoves de Comadres en la villa del Támega. Inmersa en un ambiente entroideiro desde primera hora de la mañana, la hostelería y el hospedaje verinense colgaba el cartel de completo en uno de sus días grandes.
La jornada se iniciaba con una celebración infantil en el Pabellón Municipal de Deportes, ya que las inclemencias meteorológicas forzaron la cancelación del tradicional desfile. Después, durante la tarde el ambiente comenzaba a “calentarse” en los bares del lugar, y es que un número incontable de grupos de mujeres con sus atuendos de Entroido se reunían para disfrutar de la celebración.
Los restaurantes recibían a las asistentes, que con sus disfraces y un sentimiento entroideiro inigualable crearon un áura mágica. Tras el gran banquete, llegó el turno de la fiesta. Miles de personas se congregaban en la plaza García Barbón para recibir a partir de las 00,30 el saludo y la recepción de la Reina del Entroido y Don Carnal.
Visitantes de toda Galicia
La lluvia obligó a suspender la bajada por el “Camiño Real”, pero no detuvo a los “devotos” entroideiros que alargaron la fiesta hasta la madrugada. Desde todos los puntos de Galicia llegaban centenares de personas para compartir, junto a los oriundos, esta multitudinaria fiesta que se ha convertido ya en una de las tradiciones más arraigadas del Entroido ourensano.
