Verín vivió este domingo "gordo" su gran desfile de Entroido. Centenares de personas se agolparon a lo largo de la avenida Luis Espada para presenciar un espectáculo que fue liderado, como no podía ser de otra manera, por los cigarrones. Estos personajes fueron los encargados de "mantener a raya" al público, al tiempo que velaron porque el paso de la comitiva transcurriese sin problemas.
El ingenio y el humor quedaron patentes en Verín, en donde no faltó ni el paracaidista accidentado, ni "el rey Felipe"; ni tampoco una representación de mexicanas o el mismísimo Papa Francisco. En Luis Espada, el sonido de las chocas se entremezcló con las canciones más populares de Manolo Escobar y con el inconfundible ritmo de las charangas.
Una vez terminado el desfile, todo el mundo se trasladó a la plaza Mayor. Allí hubo tiempo para tomarse un vermú y disfrutar de unos pinchos en los bares del entorno. Los cigarrones corrieron entre la multitud.