Los lloros y la tristeza invadieron a los vecinos de Barbadás con el Enterro da Sardiña. En este Miércoles de Ceniza dijeron adiós al Entroido entre lágrimas y lamentos. En A Valenzá no quedó otra que dejar los días de fiesta atrás, pasar página y esperar al año que viene.
Las plañideras arrancaron el cortejo fúnebre en la avenida de Celanova, presidido por la figura de la sardina, en una dolorosa despedida. El punto de encuentro para la ceremonia final fue la Praza Vella.
Al final, un "obispo" ofició la despedida con una versión improvisada del himno de España, para dar el último toque de retranca al Entroido de Barbadás. Tras ello, procedieron a quemar la sardina para poner el punto y final a estos días de diversión.
Los mecos, colgados en la Praza Vella, también fueron destruidos por las llamas, después de haber acompañado durante casi una semana a todos los vecinos en el carnaval. Ahora comienza la Cuaresma, a la espera de la llegada de la Semana Santa.
