Los dos acusados piden perdón por la muerte de la indigente, pero también un 'trato justo'

Los dos jóvenes acusados por la muerte de Rosario Endrinal, a quien quemaron en un cajero en diciembre de 2005, han pedido perdón a la familia de la fallecida, pero también han solicitado 'un trato justo' al tribunal, argumentando que nunca pensaron que su acción supondría la muerte de la mujer.
En la última sesión del juicio a Oriol P. y Ricard P., presuntos autores de la muerte de la indigente, el tribunal ha concedido a ambos la posibilidad de que dijesen una última palabra, que han aprovechado para pedir perdón por los hechos.

Ricard P. ha asegurado que 'nunca pasó por mi cabeza matar a nadie' y que él mismo estaba dentro del cajero cuando se produjo la explosión y posterior incendio que causó la muerte de la mujer, por lo que 'también podía haberme pasado a mí'.

Después de afirmar que 'lo siento mucho todo', ha pedido al tribunal 'que sea justo', un deseo que también ha expresado emocionado su compañero Oriol P., quien ha recordado al presidente del tribunal de la Audiencia de Barcelona que le prometió 'un trato justo'.

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