La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha fijado una indemnización de 20.000 euros para un recluso que permaneció 'injustificadamente' durante 314 días en prisión, reconociendo el 'daño moral' que sufrió el afectado y el 'anormal funcionamiento' de la Administración de Justicia.
El Supremo estimó el recurso presentado por Pablo Guisasola contra la resolución de la Audiencia Nacional, que en 2007 había denegado la compensación. La sentencia dictada en primera instancia recordaba los 'numerosos antecedentes delictivos' y el 'amplio y complejo historial carcelario' del reo y alegaba que podría existir un error judicial o un fallo de Prisiones, pero no un funcionamiento anormal de la la Justicia. Los hechos se remontan al 12 de febrero de 2000 cuando el Juzgado de lo Penal número 2 de Valencia acordó la libertad del interno. Sin embargo, éste no salió hasta un año después, el 21 de diciembre del mismo año. El Supremo da ahora la razón al demandante y atribuye el origen del daño a 'un sistema de ejecución de penas' que ha dado lugar a que haya permanecido 'indebidamente' entre rejas durante 314 días.
