El Congreso de los Diputados amaneció blindado por más de 1.300 policías antidisturbios de cara a la jornada de protesta y de 'desobediencia civil no violenta' del martes 25S, que supone la convocatoria ciudadana 'Rodea el Congreso' que pretende cercar la Cámara durante la celebración del pleno, en demanda de un nuevo proceso constituyente.
El plan de los convocantes es rodear el Palacio de la Carrera de San Jerónimo con tres marchas simultáneas que confluirán en la Puerta del Sol, Neptuno y la Cibeles hacia las cinco y media de la tarde. Desde estos tres puntos intentarán llegar a pie hasta la Cámara baja, aunque se encontrarán en el camino con hasta tres 'anillos' o filtros de seguridad desplegados por la Policía en un perímetro de 500 metros.
Los portavoces de las dos organizaciones convocantes de la protesta, la Coordinadora 25S y la plataforma ¡En Pie!, dejaron claro que no tienen intención de ocupar el Congreso, sino 'solo rodearlo y andar alrededor'. No obstante, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, advirtió de que no se va a permitir 'bajo ningún concepto' que 'se rodee o que se tome' el Congreso porque 'eso sería delito'.
Sobre esta protesta, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, avistó semejanzas entre la convocatoria de hoy con el intento de golpe de Estado del 23-F.
Una comparación rechazada de plano por la 'número dos' del PSOE, Elena Valenciano, que cree que Cospedal 'se equivoca' al comparar la protesta ciudadana de hoy con el intento de golpe de Estado porque en este 'entraron militares con pistola' a la Cámara.
Así, la propia Delegación del Gobierno en Madrid autorizó varias concentraciones, así como una 'asamblea general', pero a cierta distancia de la Cámara. Una autorización que ayer presentaron como argumento para su defensa los abogados de los ocho imputados por la Audiencia por un presunto delito contra las instituciones del Estado.
Por su parte, el presidente del Congreso, Jesús Posada, recordó que el Parlamento es 'inviolable' y que sus deliberaciones 'no pueden verse interrumpidas por presiones externas'.
Los portavoces de las dos organizaciones convocantes de la protesta, la Coordinadora 25S y la plataforma ¡En Pie!, dejaron claro que no tienen intención de ocupar el Congreso, sino 'solo rodearlo y andar alrededor'. No obstante, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, advirtió de que no se va a permitir 'bajo ningún concepto' que 'se rodee o que se tome' el Congreso porque 'eso sería delito'.
Sobre esta protesta, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, avistó semejanzas entre la convocatoria de hoy con el intento de golpe de Estado del 23-F.
Una comparación rechazada de plano por la 'número dos' del PSOE, Elena Valenciano, que cree que Cospedal 'se equivoca' al comparar la protesta ciudadana de hoy con el intento de golpe de Estado porque en este 'entraron militares con pistola' a la Cámara.
Así, la propia Delegación del Gobierno en Madrid autorizó varias concentraciones, así como una 'asamblea general', pero a cierta distancia de la Cámara. Una autorización que ayer presentaron como argumento para su defensa los abogados de los ocho imputados por la Audiencia por un presunto delito contra las instituciones del Estado.
Por su parte, el presidente del Congreso, Jesús Posada, recordó que el Parlamento es 'inviolable' y que sus deliberaciones 'no pueden verse interrumpidas por presiones externas'.
