Los Mossos d'Esquadra han detenido la madrugada de este lunes a 10 personas 'in fraganti' cuando trataban de robar las tuberías del agua de un callejón en la rambla de Guipúzcoa de Barcelona tras cavar un agujero de un metro y medio con una pala.
Los individuos querían arrancarlas para obtener el hierro y sustituirlas por otras de plástico para no levantar sospechas, y los investigadores no descartan que también quisieran hacerse con las tuberías del gas.
En declaraciones a los periodistas, el intendente jefe de la comisaría de Sant Martí, Ignasi Teixidó, ha explicado que se trata de 'la primera vez' que detectan este 'modus operandi' en el distrito, en que varias personas cavan un agujero en plena calle levantando las baldosas para obtener el metal.
Los detenidos, de entre 23 y 51 años, todos españoles de origen portugués, viven ocupando naves industriales abandonadas, y la mayoría de dedica a la recuperación de metales para revenderlos, aunque en esta ocasión han ido más allá para obtener el material y han optado por robarlo.
El grupo --algunos de ellos con antecedentes-- tenía las tareas repartidas, aunque todavía se investiga su grado de especialización.
Una patrulla de agentes que estaba haciendo una ronda de vigilancia por la zona escuchó ruidos y vio a varios hombres en actitud sospechosa, que trataron de huir al verles, mientras que otros dos se encontraban en el interior de un agujero llenos de barro y tierra.
Tras ser preguntados por el agujero y detectar las palas, picos, bridas y tuberías de plástico que habían al lado, los hombres dieron explicaciones incoherentes, por lo que fueron detenidos. Una vez comprobada la zona, los Mossos han descartado que los individuos hubieran robado metal en alguna otra calle.
En declaraciones a los periodistas, el intendente jefe de la comisaría de Sant Martí, Ignasi Teixidó, ha explicado que se trata de 'la primera vez' que detectan este 'modus operandi' en el distrito, en que varias personas cavan un agujero en plena calle levantando las baldosas para obtener el metal.
Los detenidos, de entre 23 y 51 años, todos españoles de origen portugués, viven ocupando naves industriales abandonadas, y la mayoría de dedica a la recuperación de metales para revenderlos, aunque en esta ocasión han ido más allá para obtener el material y han optado por robarlo.
El grupo --algunos de ellos con antecedentes-- tenía las tareas repartidas, aunque todavía se investiga su grado de especialización.
Una patrulla de agentes que estaba haciendo una ronda de vigilancia por la zona escuchó ruidos y vio a varios hombres en actitud sospechosa, que trataron de huir al verles, mientras que otros dos se encontraban en el interior de un agujero llenos de barro y tierra.
Tras ser preguntados por el agujero y detectar las palas, picos, bridas y tuberías de plástico que habían al lado, los hombres dieron explicaciones incoherentes, por lo que fueron detenidos. Una vez comprobada la zona, los Mossos han descartado que los individuos hubieran robado metal en alguna otra calle.
