FIN DEBATE DEL ESTADO DE LA NACIÓN

El duelo Rajoy-Rubalcaba se salda sin llamadas al orden y con los diputados ovacionando en pie a sus líderes

El duelo parlamentario protagonizado Mariano Rajoy, y  Alfredo Pérez Rubalcaba, con motivo del Debate sobre el estado de la Nación se saldó sin que el presidente del Congreso, Jesús Posada, se haya tenido que ver obligado a intervenir para llamar el orden a los diputados de una y otra bancada, que estaban totalmente volcados con sus respectivos líderes.

Tan sólo en una ocasión el presidente del Congreso llamó la atención a una diputada, en concreto a la socialista Marisol Pérez Domínguez, y fue cuando Rajoy tiró de hemeroteca y repasó algunas de las portadas de periódico sobre los datos económicos que se registraban durante el Gobierno socialista.

Tanto Rajoy como Rubalcaba cosecharon los apoyos de sus compañeros de filas en sus respectivas intervenciones en la tribuna y a ambos les ovacionaron, puestos en pie, al término del esperado 'rifirrafe' entre sus dirigentes.

'CARIÑOS' A PARTES IGUALES

Los 'cariños' de los diputados del PP hacia el presidente del Gobierno se concentraron sobre todo en las muestras de ironía que utilizaba Rajoy para criticar a Rubalcaba su nula referencia a la reforma del mercado eléctrico, cuando le recriminaba que diga y haga ahora lo contrario de lo que defendía estando en el Ejecutivo en materia económica o cuando le recordó que las concertinas que ahora censuran las instalaron los socialistas.

De su lado, los parlamentarios del PSOE mostraron su respaldo a Rubalcaba por asuntos más variados, entre los que destacaron sus críticas al aborto y a la que denominó Ley de Orden Público e incluso cuando le espetó a Rajoy que de lo único que puede presumir de la contabilidad B de su partido.

BAILE DE NOTAS PARA LA VICEPRESIDENTA

El 'cara a cara' entre Rajoy y Rubalcaba también estuvo salpicado por el baile de notas que algunos ministros, entre ellos el titular de Educación, José Ignacio Wert, o la de Fomento, Ana Pastor, han hecho llegar a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cuando intervenía el líder socialista en la tribuna.

También fue reseñable la risa que le provocó a la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, cuando Rubalcaba denunció la "cacicada" que supone tratar de reducir el número de diputados autonómicos, o la que se escuchó  en la bancada 'popular' cuando en un momento éste aseguró que cuando ganen las elecciones, los socialistas devolverán a los ciudadanos los derechos que el actual Gobierno les ha

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