Baltasar Garzón sigue con su ofensiva total contra Batasuna. El juez de la Audiencia Nacional ordenó ayer el ingreso en prisión del dirigente de Batasuna Joseba Álvarez y la portavoz de Askatasuna Ohiana Agirre.
A Alvarez le imputa un delito de pertenencia a ETA, un delito en el que el dirigente de Batasuna reincide, puesto que ya se encuentra imputado junto a otros 35 miembros de Batasuna por pertenencia a organización terrorista en el sumario 35/02 en el que Garzón investiga la financiación del partido ilegalizado a través de un entramado de herriko tabernas. A Agirre, delito de integración en organización terrorista y de inducción a cometer actos de terrorismo. Los dos ingresaron en la cárcel madrileña de Soto del Real.
Álvarez y Agirre llegaron a la Audiencia Nacional pasadas las 10,00 horas de ayer para declarar ante Garzón y permanecieron en el interior del Juzgado durante 50 y 15 minutos respectivamente. Una diferencia que se explica por el hecho de que Agirre se negara a responder a las preguntas del magistrado.
Tras tomarles declaración, Garzón decretó prisión incondicional para ambos. En el caso de Álvarez le considera reincidente en el delito de pertenencia a ETA y afirma "forma parte en la actualidad" de la cúpula dirigente de la ilegalizada Batasuna. En este sentido, Garzón menciona un documento incautado en el registro efectuado en su domicilio que acredita su labor como miembro actual de la Mesa Nacional de Batasuna.
Además, señala que la reiteración de delito cometida por Álvarez se ha producido "en el marco de una escalada exponencial de acciones terroristas y de kale borroka" y en este sentido cita una docena de actos organizados por Batasuna desde junio de 2006 -con especial mención a la manifestación del pasado 9 de septiembre en San Sebastián- en los que el acusado "desarrolla la misma actividad por la que fue procesado en febrero de 2005". Álvarez ya está procesado por integración en banda terrorista en el sumario 35/02 que también lleva el magistrado y que investiga la vinculación de Batasuna a ETA a través de la red de herriko tabernas.
DOBLE IMPUTACIÓN PARA AGIRRE
En cuanto a Agirre, le acusa de integración en organización terrorista por primera vez tras haber participado en ruedas de prensa en nombre de Askatasuna, organización ilegalizada por su vinculación con la banda terrorista. En su auto señala que Askatasuna "nunca ha sido una organización legal" por lo que nunca ha tenido una actividad que pueda ser suspendida y además apunta que en el registro del domicilio de Agirre se encontró, además de papeles relativos a Askatasuna, un zutabe fechado en septiembre de 2007. Garzón también le imputa un delito inducción al terrorismo.
Agirre y Álvarez fueron detenidos el pasado martes por su participación el pasado 9 de septiembre en una manifestación ilegal celebrada en San Sebastián para reivindicar los derechos de los presos de ETA convocada por Askatasuna.
La manifestación se celebró pese a estar prohibida hasta en dos ocasiones por el Gobierno vasco, y la Ertzaintza tuvo que actuar para disolver la marcha ilegal. El enfrentamiento entre los agentes y los manifestantes desencadenó en unos incidentes en los que once personas resultaron heridas y otras nueve fueron detenidas, entre ellas el líder de Askatasuna, Juan María Olano, que todavía continúa en prisión.
Álvarez y Agirre llegaron a la Audiencia Nacional pasadas las 10,00 horas de ayer para declarar ante Garzón y permanecieron en el interior del Juzgado durante 50 y 15 minutos respectivamente. Una diferencia que se explica por el hecho de que Agirre se negara a responder a las preguntas del magistrado.
Tras tomarles declaración, Garzón decretó prisión incondicional para ambos. En el caso de Álvarez le considera reincidente en el delito de pertenencia a ETA y afirma "forma parte en la actualidad" de la cúpula dirigente de la ilegalizada Batasuna. En este sentido, Garzón menciona un documento incautado en el registro efectuado en su domicilio que acredita su labor como miembro actual de la Mesa Nacional de Batasuna.
Además, señala que la reiteración de delito cometida por Álvarez se ha producido "en el marco de una escalada exponencial de acciones terroristas y de kale borroka" y en este sentido cita una docena de actos organizados por Batasuna desde junio de 2006 -con especial mención a la manifestación del pasado 9 de septiembre en San Sebastián- en los que el acusado "desarrolla la misma actividad por la que fue procesado en febrero de 2005". Álvarez ya está procesado por integración en banda terrorista en el sumario 35/02 que también lleva el magistrado y que investiga la vinculación de Batasuna a ETA a través de la red de herriko tabernas.
DOBLE IMPUTACIÓN PARA AGIRRE
En cuanto a Agirre, le acusa de integración en organización terrorista por primera vez tras haber participado en ruedas de prensa en nombre de Askatasuna, organización ilegalizada por su vinculación con la banda terrorista. En su auto señala que Askatasuna "nunca ha sido una organización legal" por lo que nunca ha tenido una actividad que pueda ser suspendida y además apunta que en el registro del domicilio de Agirre se encontró, además de papeles relativos a Askatasuna, un zutabe fechado en septiembre de 2007. Garzón también le imputa un delito inducción al terrorismo.
Agirre y Álvarez fueron detenidos el pasado martes por su participación el pasado 9 de septiembre en una manifestación ilegal celebrada en San Sebastián para reivindicar los derechos de los presos de ETA convocada por Askatasuna.
La manifestación se celebró pese a estar prohibida hasta en dos ocasiones por el Gobierno vasco, y la Ertzaintza tuvo que actuar para disolver la marcha ilegal. El enfrentamiento entre los agentes y los manifestantes desencadenó en unos incidentes en los que once personas resultaron heridas y otras nueve fueron detenidas, entre ellas el líder de Askatasuna, Juan María Olano, que todavía continúa en prisión.
