La mayoría de los desalojados, junto a otros muchos vecinos de Lorca, pasaron la noche en vela

La incertidumbre por volver a casa de la mano del miedo

Vecinos de Lorca, con sus maletas, por una calle cubierta por los escombros. (Foto: JUAN CARLOS CÁRDENAS)
El cansancio, tras permanecer veinticuatro horas en un campamento improvisado, y la incertidumbre acerca de la fecha de vuelta a casa se sumaban ayer al miedo que sienten los miles de vecinos de Lorca que todavía no habían podido volver a sus viviendas, tras los terremotos del miércoles.
Miles de vecinos siguen a la espera, en alguna de las cinco áreas habilitadas para los evacuados, de conocer si podrán volver a sus viviendas ante los graves daños causados por los dos seísmos, que alcanzaron 4,4 y 5,1 grados de magnitud en la escala de Richter y provocaron nueve muertos. Cansados y con la incertidumbre en el cuerpo, la gran mayoría expresaba todavía su temor a una nueva réplica que pudiera poner en riesgo sus vidas o empeorar el estado de sus viviendas.

El joven ecuatoriano Serafín Salazar aseguró que él y su familia pasaron en la noche de ayer mucho miedo y tuvieron 'ganas de no dormir', lo que les provocó un gran cansancio. Su compatriota Lidia Llepes aseguró sentirse 'cansada de la mala noche, con hambre y con miedo', a la vez que expresó su deseo de que 'no haya otro susto y que no pase nada malo'.


LA GENTE PISABA A LOS HERIDOS

Muchos de los que permanecían en una de estas áreas de asistencia, la del Huerto de la Rueda, rememoraban con pavor lo ocurrido el miércoles. 'Vi caer los cascotes y la gente pisando a los heridos', relató la lorquina María Jiménez, quien también se lamentó de la 'incertidumbre' de no saber cuándo podrá volver a su piso.

Su amiga Josefa Olivenza explicó que la tuvieron que 'pinchar' por una crisis de ansiedad. 'Fue una cosa increíble, no se puede contar más', dijo esta vecina de Lorca, que deseó que no le 'pille' otra situación igual.

Otro que aludió a la incertidumbre y al cansancio fue el lorquino Miguel Arenas, quien indicó que había pasado 'mucho frío', que tenía hambre y que seguía 'sin saber' si podría 'volver a casa o va a haber otro terremoto'.

El marroquí Said Atifi también aseguró estar 'cansado, con sueño, asustado y con hambre'. Con un cariz más descriptivo, el barcelonés, pero 'residente de toda la vida en Lorca', José Benavide aseguró que del terremoto 'no se ha librado ninguna parte de Lorca'. 'Todos los pisos están tocados. Se ve realmente cuando abres la puerta y ves el interior de la vivienda. Están destrozados. Escayolas, azulejos, portones reventados, todo destrozado', enfatizó.

El área de asistencia del Huerto de la Rueda, junto al que se instaló en el Centro de Mando Avanzado, presentaba en la tarde de ayer un aspecto muy diferente al del miércoles, habiéndose reducido considerablemente y siendo en su gran mayoría extranjeros.

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