Puede ser, tal y como inducía a pensar el lunes el ministro del Interior y vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que el arma que portaba la etarra detenida en la madrugada del lunes en Francia, Jone Lozano, unida a los 48.000 euros en metálico que tenía en su poder confirmen que detrás del alto al fuego, ETA continúe planeando actividades terroristas.
Sin embargo, la responsabilidad de llevar tal cantidad de dinero y la pistola sí apuntaría a la integración plena de Lozano en las estructuras de la banda terrorista. Por ahora, todo apunta que el dinero procedía de la extorsión a empresarios, pero de un cobro antiguo.
Las primeras hipótesis sitúan el origen del dinero en el cobro de la extorsión de empresarios, si bien las fuentes consultadas precisaron que estas investigaciones apuntan a que podría tratarse de un cobro antiguo. En caso de que la banda hubiese recibido esa cantidad recientemente aumentaría las dudas en torno al alto al fuego declarado el pasado diez de enero que como novedad incluía el término de 'general' por el que, en principio, se excluía continuar con el llamado 'impuesto revolucionario'.
Las autoridades francesas se centran también en investigar el uso que pretendía darle Lozano a tal cantidad de efectivo. En este sentido, se baraja la posibilidad de un traslado entre un escondite y otro de la banda.
El arresto a Jone Lozano Miranda en la madrugada del pasado lunes acaba con la localización de una de las etarras más buscadas, no sólo por la Guardia Civil, sino que también era una de las cuatro terroristas sobre las que la agencia policial internacional Interpol había dictado un 'Código Rojo' para encontrarla.
Las primeras hipótesis sitúan el origen del dinero en el cobro de la extorsión de empresarios, si bien las fuentes consultadas precisaron que estas investigaciones apuntan a que podría tratarse de un cobro antiguo. En caso de que la banda hubiese recibido esa cantidad recientemente aumentaría las dudas en torno al alto al fuego declarado el pasado diez de enero que como novedad incluía el término de 'general' por el que, en principio, se excluía continuar con el llamado 'impuesto revolucionario'.
Las autoridades francesas se centran también en investigar el uso que pretendía darle Lozano a tal cantidad de efectivo. En este sentido, se baraja la posibilidad de un traslado entre un escondite y otro de la banda.
El arresto a Jone Lozano Miranda en la madrugada del pasado lunes acaba con la localización de una de las etarras más buscadas, no sólo por la Guardia Civil, sino que también era una de las cuatro terroristas sobre las que la agencia policial internacional Interpol había dictado un 'Código Rojo' para encontrarla.
