La marca Seat, también salpicada
Seat se ha visto obligada a confirmar que había montado también motores ”trucados” en algunos de sus vehículos, cuyas cifras todavía se desconocen. El escándalo ha saltado en el momento más inoportuno para su filial española, ya que se encuentra a un paso de lograr volver a beneficio en 2015. Así, mientras crecía la preocupación sobre el futuro de la inversión de Seat en España, que asciende a 3.300 millones de euros, su presidente, Martin Winterkorn, ha garantizado al ministro de Industria, José Manuel Soria, que no peligra el proyecto.
El ministro de industria exigirá a Seat, filial del grupo Volkswagen, que devuelva las ayudas percibidas por los automóviles con motores trucados vendidos dentro del programa de fomento de compra de vehículos eficientes. En 2009, empezó el Plan PIVE, que el Ejecutivo ha renovado regularmente desde entonces. Consiste en que el Estado aporta una cantidad (750€ en el último programa, aunque en los anteriores llegaba a los 1.000€) para incentivar la compra de coches a los que le les exige un nivel reducido de emisión de gases.
Si se ha vendido con la “ayuda del vehículo eficiente”, van a plantear la devolución de la citada ayuda. Incluso el Defensor del Paciente, presentó denuncia ante la Audiencia Nacional por delitos de publicidad engañosa y atentado contra la salud pública. Reclaman que se obligue a Volkswagen a modificar sus páginas web donde hacen alarde de su defensa del medio ambiente.
