CON PRIMA DE RIESGO

La economía gallega sigue creciendo aunque al ralentí, lo que no llega para converger con España

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De los  8,5 puntos del PIB gallego perdidos durante la crisis, Galicia solo recuperó 3,9 puntos

Si la economía gallega se está recuperando, ésta no despega en todo su potencial. Porque  si su crecimiento de forma aislada puede ser optimista, el problema surge cuando se compara con el resto del Estado Español, por un un diferencial en contra de la economía gallega debido en parte a una baja productividad;  pues mientras aumentan las horas trabajadas la eficiencia es menor y las causas podrian identificarse con factores como el tamaño de las empresas o una baja I+D+i.

Según los datos del indicador de coyuntura del Foro Económico de Galicia elaborado trimestralmente por su equipo de expertos, un indicador que permite además anticipar la evolución económica de la Comunidas a partir del pulso de sus principales magnitudes: “la economía gallega frena el crecimiento de su actividad, situando su tasa interanual en abril en el 2,8%”. Pese a lo positivo de este número que supera las previsones oficiales de crecimiento para la Comunidad, la economía parece haberse topado con su techo de crecimiento con una tasa de expansión intertrimestral que fluctúa entre el 0,7 y el 0,8% y una tasa interanual de entre el 2,8 y el 2,9%, desde el mes de octubre de 2015.  

Las cifras que no están nada mal ya que estamos muy cerca del crecimiento económico en el conjunto de España, indican que seguimos ligeramente por debajo y los datos solamente permiten reducir el diferencial de crecimiento con la media española hasta seis décimas, menos de la  mitad del registrado en el mismo período del año anterior.

DEMANDA

El informe destaca no obstante un mayor equilibrio en ese crecimiento agregado del PIB, tanto por el lado de la demanda interna, con una aportación de 2,5 puntos, como por parte de la externa con 3 décimas; en tanto que en el conjunto del Estado, el sector exterior detrae 4 décimas y la aportación de la demanda interna es de 3,8 puntos. 
Además de que de los  8,5 puntos del PIB gallego perdidos durante la crisis, Galicia tan solo recuperó 3,9 puntos frente a los 6,2 puntos recuperados en el Estado de los 9,3 perdidos.

OFERTA

Desde el punto de vista de la oferta, el informe señala la pujanza del sector industrial gallego  y más concretamente de la  industria manufacturera que por cuarto trimestre consecutivo se mantiene como el sector más dinámico, con un crecimiento del 6,7%. Al igual que lo que ocurre con la industria o con el sector de la construcción, con crecimientos interanuales del 3,2%, siendo por contra menor el crecimiento en el PIB debido al comportamiento del sector primario y al sector servicios con crecimientos del 0,8% y 2,4%, respectivamente.

MERCADO LABORAL

Un dinamismo que se traslada claro está, al mercado laboral, tanto en lo que supone un incremento del número de afiliaciones, como atendiendo a la reducción del paro;  y que por quinto trimestre consecutivo evolucionan positivamente resaltando en ellos el significativo descenso del paro de larga duración ,que suponen una reducción de 17.100  parados menos. Un optimismo al respecto que ha de ser moderado, según el informe,  porque pese al dinamismo económico experimentado a lo largo del último año y medio, continúa la caída de la población activa en lo que supone durante el primer trimestre del año 14.200 activos menos , por lo que Galicia sigue perdiendo capital humano en este caso en un 1,1%. 

De esa evolución del PIB y del empleo se desprende que la productividad aparente  del factor trabajo creció en el primer trimestre un 0,7% en relación al mismo período del año anterior  situándose en los 14.211,29 euros de media, lo que  representa el 88,9% de la media estatal, manteniéndose tan sólo el sector primario con una productividad superior a la media española.

SECTOR VINO

Destaca el informe al sector del vino gallego tanto en términos cuantitativos como cualitativos, con lugar a reseñar en el sector primario de la comunidad. Así, pese a no encontrarse a niveles comparables a los de otras autonomías españolas con mayor tradición vitivinícola, la ocupación de casi el 20% de la superficie de las explotaciones gallegas refleja un subsector fundamental del campo, básicamente en la provincias de Ourense y Pontevedra donde en términos de empleo supone casi un 5% de los trabajadores gallegos de la industria alimentaria. 

En su evolución reciente tiene que ver la tarea llevada a cabo por las cinco Denominaciones de Origen existentes, para la producción de un producto de alta calidad que constituye uno de los trazos fundamentales para garantizar y consolidar su evolución futura, para la que cabe señalar como principal necesidades aspectos como la innovación, la concentración, tanto en superficie como en empresas, la diversificación y su internacionalización.

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