Dos jóvenes emprendedores han lanzado al mercado hace un año y medio una firma de tecnología accesible que lleva el nombre de Vigo a todo el mundo con sus innovaciones
Si algún día ven un producto Mirtech que sepan que es de Vigo. Dos jóvenes emprendedores crearon hace año y medio la firma Mirtech (Make it real technology) y sus ventas crecen cada semana a ritmos exponenciales con su tecnología asequible con garantía europea.
Se trata de Cristina Fontán y Esteban Vázquez que, ella ingeniera industrial y él técnico instalador, como muchos jóvenes de su generación, tuvieron que emigrar a Alemania porque el mercado no les ofrecía oportunidades. Allí estuvieron cinco años y nació la idea de su primer gadget, un mando para jugar con el teléfono móvil.
Hicieron una campaña de crowdfunding y crearon Mirtech como marca de tecnología y gadgets. Su idea es “llevar las últimas novedades tecnológicas al mercado a un precio asequible”, explica Cristina Fontán, compitiendo con las grandes marcas en un mercado global y muy competitivo.
Primero empezaron en paralelo con sus trabajos en Alemania, pero en cuanto vieron que Mirtech es un proyecto que funciona se volvieron a Vigo y se metieron de lleno en su idea.
Mp3 acuáticos made in Vigo
Además del mando, que se puede comprar en su web, ya tienen unas gafas de realidad virtual y para la semana que viene empezarán con los mp3 acuáticos y smartbands (relojes deportivos para contar pasos y calorías).
En breve abrirán una nueva línea de distribución, que se sumará a la tienda on line y las empresas distribuidoras que llevan sus productos a tiendas de electrónica e informática. “Hemos contactado a empresas que les gustaría determinados gadgets que personalizaremos para esas firmas”, explica Cristina Fontán.
Desde su sede en la viguesa calle Pablo Iglesias, en la zona de Balaídos, idean todos sus artículos y fabrican en Asia, a donde llegaron a través de contactos en ferias internacionales.
Esteban Vázquez es el inventor y Cristina Fontán tiene un perfil más comercial, “aunque al ser una empresa que empieza los dos hacemos de todo”, explica él, que ya había tenido una experiencia previa como emprendedor.
“A medida que creces en distribuidoras y en nuevos productos se conoce más la marca y vamos dando más capilaridad a las ventas”, señalan.
“Todo tiene un estructura, hay que ir paso a paso para cuidar a los clientes y al ir creciendo ir abarcando más”, precisa Cristina Fontán.
Su mayor preocupación es dar soporte posventa a sus clientes, “porque de los clientes también aprendemos con sus aportaciones y nos ayudan a mejorar nuestros productos”.
