La UE lanza una nueva ofensiva de inversión para crecimiento y empleo

Un plan de inversiones de 315.000 millones de euros para que Europa vuelva a crecer y para que más personas encuentren un empleo. Este es el proyecto anunciado por la Comisión Europea y que se articula en torno a tres grandes capítulos. Por una parte, la creación de un nuevo Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE), garantizado con dinero público y destinado a movilizar al menos 315.000 millones en inversiones adicionales durante los próximos tres años (2015-2017); en segundo lugar, la creación de una reserva de proyectos creíble, junto con un programa de ayuda para canalizar las inversiones hacia donde más se necesitan; y, en tercer lugar, una agenda económica ambiciosa con el fin de que Europa resulte más atractiva para la inversión y eliminar obstáculos normativos.

Según las estimaciones de la Comisión Europea, el conjunto de estas medidas podría inyectar entre 330.000 y 410.000 millones de euros al PIB de la UE a lo largo de los próximos tres años y crear hasta 1,3 millones de nuevos puestos de trabajo.

Por lo que respecta al primero de los capítulos, la movilización de fondos adicionales para la inversión, los 315.000 millones previstos para los próximos tres años llegan en un momento en el que escasean los recursos públicos, pero existe liquidez en las entidades financieras y en las cuentas bancarias de particulares y empresas lista para ser utilizada. El reto es romper el círculo vicioso de escasa confianza y pocas inversiones. El nuevo Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE) que se creará en asociación con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) contará con una garantía de 16.000 millones de euros del presupuesto de la UE y 5.000 millones comprometidos por el BEI. Sobre la base de estimaciones prudentes a partir de la experiencia histórica, por cada euro público movilizado a través del Fondo se generarán 15 euros de inversión total, algo que no se habría producido sin esta movilización. La prioridad del Fondo debe ser la inversión en infraestructuras, especialmente en banda ancha y redes de energía, así como en infraestructuras de transporte en centros industriales; en educación, investigación e innovación; y en energías renovables, pymes y empresas de mediana capitalización.

En cuanto a la reserva de proyectos creíbles junto con asistencia técnica para canalizar el dinero hacia donde se necesita, el plan de inversiones permitirá que la financiación llegue a la economía real a través de una reserva transparente que permita identificar proyectos viables a escala de la UE y prestar asistencia técnica para la selección y estructuración de proyectos y el uso de instrumentos financieros innovadores. El nuevo Fondo apoyará inversiones estratégicas en infraestructuras, especialmente en banda ancha y redes de energía, transporte en centros industriales, así como educación, I+D, energías renovables y eficiencia energética. También apoyará la financiación del riesgo a favor de pymes y empresas de mediana capitalización en toda Europa. Esto les ayudará a superar la escasez de capital al disponer de cantidades más elevadas de inversión directa y garantías adicionales para los créditos a las pymes.

Los Estados miembro ya están remitiendo al grupo de trabajo conjunto de la Comisión y el BEI, creado en septiembre de 2014, las listas de proyectos seleccionados en función de tres criterios fundamentales: el valor añadido para la UE (proyectos en apoyo de los objetivos de la UE); valor y viabilidad económica, priorizando los proyectos con alto rendimiento socioeconómico; y proyectos que puedan iniciarse a más tardar en los tres años siguientes, es decir, una expectativa razonable de gastos de capital en el período 2015-2017. Además, los proyectos recogidos en las listas deberían tener potencial para movilizar otras fuentes de financiación. La Comisión y el BEI pondrán en marcha un importante programa de asistencia técnica con el fin de identificar proyectos y ayudar a hacerlos más atractivos para los inversores privados.

Se espera que el grupo de trabajo conjunto de la Comisión y el BEI aporte una primera lista de posibles proyectos de inversión en el transcurso del presente mes de diciembre con el fin de empezar a constituir una reserva europea transparente de proyectos. La asistencia técnica se reforzará, en colaboración con el BEI y los agentes nacionales y regionales clave, para establecer un centro de asesoramiento en materia de inversiones que ofrezca servicios de ventanilla única para los promotores de proyectos, los inversores y las autoridades públicas responsables de la gestión. La previsión es adoptar todas las medidas pertinentes para que el nuevo Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas pueda crearse a mediados de 2015. Ya a mediados de 2016, la Comisión Europea y los jefes de Estado y de Gobierno harán balance de los progresos realizados y, en caso necesario, estudiarán nuevas opciones.

Y en cuanto a la agenda económica para eliminar las barreras a la inversión, el plan de inversiones incluirá una agenda económica para eliminar regulaciones sectoriales específicas que dificultan las inversiones. Para mejorar el entorno empresarial y las condiciones de financiación, el plan se centrará en medidas en el sector financiero, por ejemplo, la creación de una unión de mercados de capitales para ofrecer un mayor aportación de capital a las pymes y a proyectos a largo plazo. Se dará prioridad a la eliminación de las grandes barreras normativas y no normativas que aún existen en todos los sectores de infraestructuras importantes, incluido el digital, la energía, las telecomunicaciones y el transporte, así como las barreras en los mercados de servicios y de productos.

Acerca de este plan, realizado en colaboración con el Banco Europeo de Inversiones, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, señaló que “esta es una manera ambiciosa y nueva de impulsar las inversiones sin generar nuevo endeudamiento. Es el momento de invertir en el futuro, en ámbitos estratégicos clave para Europa como la energía, el transporte, la banda ancha, la educación, la investigación y la innovación”, al tiempo que expresó su deseo de que se impliquen los Estados miembro y el Parlamento Europeo para que empiece a funcionar tan pronto como sea posible.