La Audiencia de Pontevedra absolvió a Christian V.V., a quien la Fiscalía imputaba un delito de abusos sexuales a una menor de doce años y que era su vecina en A Cañiza en 2010.
Según la sentencia, tras el juicio solo se pudo probar que en septiembre de 2010, el acusado, de 19 años, se fue a dar una vuelta solo con la menor en el parque de Valeije. Los magistrados no creen que se pueda probar la acusación de la menor, que responsabilizó al hombre de obligarla a practicarle una felación en un coche.
La sentencia recoge las dudas de los jueces, que sospechan que el relato de la menor fue un pretexto para explicar una intoxicación etílica posterior, por la que la menor acabó en el ambulatorio.
'Al preguntarle la médico por qué había bebido, refiere que no puede olvidar lo que pasó, y precisamente con la presencia de su hermano y padres, por lo que no puede descartarse que buscase una explicación a la ebriedad', según recoge la resolución, que añade que 'con ocasión del juicio se observa que la menor muestra un comportamiento bastante tranquilo a lo que suele acontecer en estos casos en los que se percibe una emotividad y rabia'.
Los jueces entienden que de los testimonios de dos testigos y el relato de los hechos no se puede probar fuera de duda razonable que se cometieron los abusos, por lo que absuelve al acusado.
La sentencia recoge las dudas de los jueces, que sospechan que el relato de la menor fue un pretexto para explicar una intoxicación etílica posterior, por la que la menor acabó en el ambulatorio.
'Al preguntarle la médico por qué había bebido, refiere que no puede olvidar lo que pasó, y precisamente con la presencia de su hermano y padres, por lo que no puede descartarse que buscase una explicación a la ebriedad', según recoge la resolución, que añade que 'con ocasión del juicio se observa que la menor muestra un comportamiento bastante tranquilo a lo que suele acontecer en estos casos en los que se percibe una emotividad y rabia'.
Los jueces entienden que de los testimonios de dos testigos y el relato de los hechos no se puede probar fuera de duda razonable que se cometieron los abusos, por lo que absuelve al acusado.
