El Juzgado de lo Penal número 1 de Pontevedra absolvió a los tres empleados de la planta de la química Brenntag en Caldas de Reis, acusados por el vertido contaminante al río Umia en septiembre de 2006 que tiñó las aguas de un azul verdoso intenso y produjo una alta mortandad de peces. Los operarios E.P.P. y J.M.M.P., así como la consejera de seguridad B.G.V., fueron absueltos del delito contra los recursos naturales y el medio ambiente por imprudencia grave, por los que la fiscalía solicitaba penas de cuatro meses y quince días de prisión.
La sentencia recoge uno de los argumentos de la defensa de los acusados, del despacho Garrigues, en cuanto a que el reglamento de almacenamiento de productos químicos no exige el uso de pinzas para conectar el contenedor de descarga con una toma de tierra para evitar que la electricidad estática cause un chispazo que dé lugar a un incendio.
