Banderas de hasta siete colores diferentes indican el estado del mar, la calidad turística, la presencia de medusas o el grado de limpieza de nuestras playas. En los últimos años la presencia de estas insignias se ha incrementado en nuestras costas y se ha convertido en la mejor fuente de información para los bañistas.
Las banderas indicativas en las playas han proliferado en las últimos años y se han convertido en el manual de instrucciones para conocer cada trozo de costa. Las hay verdes, amarillas y rojas que anuncian el estado del mar, blancas que alertan de las medusas, azules que premian la calidad turística o negras que castigan a las playas menos sostenibles.
La bandera que alerta de medusas, presente en el doce por ciento del litoral español, cuenta con dos versiones: es blanca con dos medusas dibujadas en azul oscuro o magenta salvo en Canarias, cuyas costas exhiben un banderín triangular rojo con un círculo blanco que contiene dos medusas negras sobre un triángulo amarillo. En los municipios que aceptan esta bandera suelen ser los servicios de vigilancia y sal vamento de la Cruz Roja los que verifican la concentración de medusas e informan al responsable municipal.
Es el mismo sistema que la institución utiliza para decidir si en la costa ondeará el gallardete verde, amarillo o rojo que define si la inmersión en el mar es segura, una señalización presente en todas las playas habilitadas para el baño hasta el punto de que en aquellas donde no está presente debe considerarse razonablemente que éste está prohibido, afirman en Cruz Roja.
Destinadas especialmente a los turistas están las banderas azules, a través de las cuales la Fundación para la Educación Ambiental y la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) certifica que las playas de cuarenta países cumplen criterios de legalidad, accesibilidad, sanidad, limpieza y seguridad, y cuentan con una información y gestión ambiental adecuadas.
La costa española luce una de cada seis banderas azules izadas en el mundo, lo que sitúa al país como líder mundial en número de enseñas, a pesar de que este verano perdió 49, al obtener derecho a colocarlas en 455 playas y 72 puertos que suponen en torno al cinco por ciento del litoral, según ADEAC.
Como contrapunto a las banderas azules, Ecologistas en Acción creó hace nueve años la bandera negra, enseña que castiga los atentados contra los ecosistemas litorales y que, a diferencia de las otras banderas, no dura muchas horas en las playas cuando es izada por los miembros de la organización, explica Jorge Suárez, coordinador de costas del grupo ecologista.
La bandera negra, señala Sáez, es exponente del turismo masificado que es responsable de la urbanización de la costa y del aumento de vertidos. Estas actuaciones hicieron al litoral español merecedor de 317 banderas negras -de casos irreversiblesy 310 puntos negros -actuaciones puntualesel último verano.
La bandera que alerta de medusas, presente en el doce por ciento del litoral español, cuenta con dos versiones: es blanca con dos medusas dibujadas en azul oscuro o magenta salvo en Canarias, cuyas costas exhiben un banderín triangular rojo con un círculo blanco que contiene dos medusas negras sobre un triángulo amarillo. En los municipios que aceptan esta bandera suelen ser los servicios de vigilancia y sal vamento de la Cruz Roja los que verifican la concentración de medusas e informan al responsable municipal.
Es el mismo sistema que la institución utiliza para decidir si en la costa ondeará el gallardete verde, amarillo o rojo que define si la inmersión en el mar es segura, una señalización presente en todas las playas habilitadas para el baño hasta el punto de que en aquellas donde no está presente debe considerarse razonablemente que éste está prohibido, afirman en Cruz Roja.
Destinadas especialmente a los turistas están las banderas azules, a través de las cuales la Fundación para la Educación Ambiental y la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) certifica que las playas de cuarenta países cumplen criterios de legalidad, accesibilidad, sanidad, limpieza y seguridad, y cuentan con una información y gestión ambiental adecuadas.
La costa española luce una de cada seis banderas azules izadas en el mundo, lo que sitúa al país como líder mundial en número de enseñas, a pesar de que este verano perdió 49, al obtener derecho a colocarlas en 455 playas y 72 puertos que suponen en torno al cinco por ciento del litoral, según ADEAC.
Como contrapunto a las banderas azules, Ecologistas en Acción creó hace nueve años la bandera negra, enseña que castiga los atentados contra los ecosistemas litorales y que, a diferencia de las otras banderas, no dura muchas horas en las playas cuando es izada por los miembros de la organización, explica Jorge Suárez, coordinador de costas del grupo ecologista.
La bandera negra, señala Sáez, es exponente del turismo masificado que es responsable de la urbanización de la costa y del aumento de vertidos. Estas actuaciones hicieron al litoral español merecedor de 317 banderas negras -de casos irreversiblesy 310 puntos negros -actuaciones puntualesel último verano.
