Conselleira de Traballo

Beatriz Mato: ‘El otoño será duro para el desempleo’

  Beatriz Mato cree que su consellería es la más importante, aunque el momento es el peor. (Foto: Vicente Pernía)
La nueva conselleira de Traballo, Beatriz Mato (Baracaldo, 1965), asegura que su prioridad son las cifras del paro y para atajarlas la Xunta aprobó un plan de choque. Siente frustración por no haber resuelto aún el conflicto del metal pontevedrés.
Menudo marrón la Consellería de Traballo en plena crisis.

Me lo dice mucha gente. Pero yo, sin embargo, lo veo con otros ojos. Es la consellería más importante, aunque el momento es el peor.

¿Qué es lo más urgente que tiene en estos momentos sobre la mesa?

Este Gobierno no disfrazará la realidad de Galicia por mucho que no guste. Estamos en recesión y la última Encuesta de Población Activa nos dice que hoy hay más parados y menos ocupados. Por lo tanto, no se pueden buscar brotes verdes donde no los hay. Así que lo primero son las medidas para intentar cerrar el grifo del paro. Con las herramientas que tenemos, que son los presupuestos de 2009, que no son nuestros sino heredados, hemos hecho un esfuerzo de reorientación de 1.225 millones de euros (es un plan de choque contra la crisis que aprobó esta semana el Consello de la Xunta) para mejorar la vida a los trabajadores y a las familias. Se incluye además un esfuerzo de ahorro a través del plan de austeridad, con el que se han conseguido 144 millones de euros, que serán para empleo, fomento del tejido productivo y materia social. Además, el momento requiere que en la mesa estemos todos, con una acción de Gobierno y de los agentes sociales que no puede ser altiva.

El Consello de la Xunta aprobó esta semana un plan de choque contra la crisis, ¿cuáles son sus ejes?

Tiene cuatro: el fomento del empleo para evitar la sangría del paro; mejorar el tejido productivo; una parte muy importante es de carácter social, porque en estos momentos de crisis hay familias y personas que lo pasan peor y hemos puesto en marcha un plan de 30 millones para contratar a parados sin prestaciones y sobre todo para atender a la dependencia; y finalmente financiación y avales.

Con los datos que maneja ¿cuál es la perspectivas del paro?

Cuando acabe el verano finalizarán los contratos temporales, por lo que esperamos un otoño duro con incremento de la tasa de paro. La capacidad de reacción de las medidas que se van a implementar sobre los datos del otoño va a ser limitada. Ahora bien, se han puesto en marcha medidas con los instrumentos que tenemos e intentando buscar ese acuerdo con los agentes sociales y continuaremos con un plan estratégico económico que incida en la economía y el mercado laboral.

¿Sirve para algo el servicio público de empleo?

Vamos a ver, hay que mejorarlo. Sobre todo tenemos que modernizarlo y adaptarlo a las nuevas tecnologías para que el demandante tenga acceso fácil a las ofertas de empleo y a la formación desde su propia casa. Pero también creo que ahora es necesario.

‘El señor Quintana tuvo a miles de dependientes escondidos en un cajón’

Al llegar ¿se ha encontrado sorpresas inesperadas?

Han sido muchas sorpresas y muchas desagradables, como compromisos que no tenían soporte financiero u obras que ya están en marcha sin fondos. El día del traspaso de competencias el ex conselleiro de Traballo me dio un documento de ocho folios en los que se supone que se resumía lo que está pendiente por hacer en materia de empleo. Con Benestar hubo un esfuerzo más grande de documentación pero el agujero es enorme. Lo más lamentable es que se generaron expectativas, por ejemplo para el complemento de paro para los trabajadores afectados por ERE, y no tenían dotación presupuestaria. En dependencia, el mayor fiasco fue, por un lado que no había 16.000 grandes dependientes en Galicia, sino el doble y algo más. Lo que estaba en el Libro Blanco de la dependencia era falso. Y segundo, no había la aportación financiera, ni por parte del bipartito, ni de Madrid para atender la dependencia. Lo que más me impactó es que no hubiera medidas económicas firmes para sacar adelante un plan de empleo de verdad y sobre todo el tema de la dependencia. El señor Quin tana tuvo a miles de dependientes escondidos en un cajón.

¿Cómo se va a solucionar?

Nosotros hemos hecho ya un esfuerzo con el plan de austeridad y la reorientación de 28 millones de euros para intentar hacer llegar a los ciudadanos el servicio solicitado. Tenemos el compromiso de que a final de año estarán atendidos 16.500 grandes dependientes. Tenemos 79.000 solicitudes, de las que atendidas están 16.000 y de ellos 13.500 son grandes dependientes. Quedan 3.000 más para cumplir el compromiso. Cuando llegué me encontré 11.800 grandes dependientes atendidos, con lo cual ha habido una actividad frenética.

¿Qué pasa con Sogaserso y su política de construcción de residencias y centros de día?

Es una sociedad que creó el vicepresidente de la Xunta haciendo una petición a las entidades financieras para que lo apoyaran. Es un proyecto que no me convence, porque no funcionó durante más de dos años, no se crearon plazas nuevas de residencias y sólo se absorbieron dos residencias que ya existían en Bande y Chantada. Creo que hay que poner plazas públicas a disposición de los ciudadanos, pero la fórmula de esta sociedad no es la que me gusta.

Las primeras actuaciones del Gobierno han sido para la automoción ¿ha estado con el sector?

Vigo y la provincia de Pontevedra son donde se encuentran las cifras más altas del paro, porque también es donde están la mayor parte de las industrias y uno de los sectores que más sufre: la automoción. Ya hemos estado con ellos y tras las medidas del Gobierno ya se están notando con incremento de las ventas. La automoción me traslada ese esfuerzo que demandan a la Consellería de apoyo a que mejoren su competitividad en formación. Este parón en las empresas viene bien para que los trabajadores mejoren su formación. Este sector es uno de los más concienciados en la apuesta de la competitividad y la formación.

Un sector muy afectado por la crisis es el granito y la pizarra, con un importante peso económico en la provincia de Ourense. ¿Habrá algún plan específico para él?

La lista de sectores en crisis es enorme y medidas específicas no habrá. Creo que es un error un plan específico para cada uno, sino que habrá un plan de formación. Pero lo que me interesa es trasladarles la disponibilidad de la consellería de que accedan a las ayudas.

Los fondos autonómicos para la contratación de parados en Ourense generaron polémica porque los consideran escasos.

Hay una herramienta que es de apoyo a través de la línea de cooperación para que las entidades puedan contratar a parados para actividades en los ayuntamientos y ese reparto obedece a unos criterios que la consellería marca. Lo que tengo claro es que serán siempre lo más solidarios posible. Nunca se cocina a gusto de todos y cuando pides algo y te dan la mitad no estás contento. Esas expectativas generadas por una petición no tienen porque ser respondidas por el gobierno. Lo que sí hizo esta consellería fue hacer un reparto más justo y solidario en función de concellos que durante un largo periodo estuvieron escasamente atendidos. Se hizo una comisión de valoración provincial con una propuesta de apoyo a todos los ayuntamientos. Había municipios de la provincia de Ourense que se veían beneficiados del Plan Laxa y que eran la mayor parte de los parados de ese municipio y entendimos que quien estaba beneficiado de esta forma no tenía porque verse beneficiado de otro.

¿Qué tal con los sindicatos?

Por ahora bien. Creo que han sido más coherentes que la oposición, porque nos han dado más de cien días, cien horas y cien minutos que el PSOE no nos dio. Tienen su hoja de ruta definida en la defensa de los intereses de los trabajadores y han escuchado las propuestas del Gobierno y han hecho sus ofertas. Otra cosa es que hay un sindicato que tiene una actividad más en la calle, más visible, con el que nuestros planteamientos pueden ser un poco más dispares. Pero por ahora estamos todos sentados a la mesa.

Se refiere al sindicato CIG y una de sus reuniones en solitario con sus representantes fue con motivo del conflicto del metal. ¿Cómo lo vio?

Bien. El sindicato tiene sus reivindicaciones y son muy respetables, pero lo que me desorienta es que detrás puede haber una manipulación política. Creo que la hay, porque este sindi cato no sólo está por la defensa de los trabajadores sino también por hacer un gesto de apoyo a un partido político que ha sido desbancado en las urnas.

El presidente Feijóo admitió hace unos días que hubo fallos en la gestión del conflicto. ¿Qué falló?

Yo creo que lo que quiso decir que lo que falla es lo que también me disgusta a mí y es que cuando el objetivo es un acuerdo y no se consigue es frustrante. Por parte de la Xunta se tomaron todas las medidas, que es la mediación y habilitar los espacios de encuentro para que dos, que son los que tienen la responsabilidad, lleguen a un acuerdo. Yo no me puedo sentir satisfecha cuando estamos en verano y se van a ir de vacaciones sin arreglar al convenio. Se puso encima de la mesa el arbitraje pero es algo que tienen que solicitar las partes. Para nosotros sería fácil pero te confieso que es lamentable. No es de recibo que un convenio laboral lo resuelva un Gobierno.

Con estos mimbres de paro, crisis y conflictos ¿prevé tras el verano un repunte de la conflictividad?

No. No se me escapa que la situación es dura para todos y en este contexto es más fácil que se exteriorice, pero la situación no es dura desde que llegó este Gobierno, sino desde hace más de año y medio. Así que en interés de todos debería buscarse la paz social para que esta situación que ya es difícil no se incremente con conflictividad en la calle. Confío que esa lectura sea la de todo el mundo.

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