Diez días de conversaciones y tres horas anoche de intenso debate finalizaron con la decisión de la asamblea de militantes del BNG de Vigo de ocupar los asientos de la oposición, al lado del Partido Popular, durante el mandato que se inicia dentro de diez días.
No obstante, y cumpliendo las órdenes de la dirección autonómica del BNG, los tres concejales permitirán la investidura del socialista Abel Caballero como alcalde en la ceremonia del próximo día 11, pero a partir de ese momento, el PSOE gobernará en solitario con 11 concejales frente a los 16 de la oposición, lo que supone un panorama novedoso con respecto al mandato iniciado en 2007 y la repetición, en parte, de lo ocurrido en 2003, cuando Corina Porro (Partido Popular) tuvo el mando del Concello con tan sólo 10 ediles.
El resultado no deja lugar a dudas: hubo unas 200 personas en la reunión, pero buena parte de ellas se marcharon sin ejercer el voto, aunque el sentido de la asamblea estaba claramente decantado hacia el 'no': finalmente hubo 108 votos en contra del pacto, 30 a favor y 13 abstenciones, entre los que quedaban poco antes de las doce de la noche.
El propio portavoz municipal del BNG, Santi Domínguez, dio las explicaciones al finalizar el encuentro, a eso de las once y media de la noche de ayer, con una docena de periodistas montando guardia ante el hotel Coia. Domínguez y el resto de miembros del grupo municipal votaron contra el pacto. Según Miguel Pérez, responsable local, fue un debate intenso, , pero se estimó que, como la gestión no fue observada por la ciudadanía era mejor ir a la oposición.
SITUACIÓN EN OURENSE
Otra de las ciudades gallegas en las que el BNG ha de tomar una decisión al no haber alcanzado ninguna fuerza política la mayoría absoluta es Ourense. En este caso, el Consello local de la formación nacionalista es favorable a tomar parte en el gobierno municipal en coalición con el PSOE, tal y como hicieron durante los últimos cuatro años.
Sin embargo, la última palabra en la ciudad de As Burgas la tiene la asamblea de la formación frentista, que precisamente se reúne hoy para tomar una decisión definitiva.
El resultado no deja lugar a dudas: hubo unas 200 personas en la reunión, pero buena parte de ellas se marcharon sin ejercer el voto, aunque el sentido de la asamblea estaba claramente decantado hacia el 'no': finalmente hubo 108 votos en contra del pacto, 30 a favor y 13 abstenciones, entre los que quedaban poco antes de las doce de la noche.
El propio portavoz municipal del BNG, Santi Domínguez, dio las explicaciones al finalizar el encuentro, a eso de las once y media de la noche de ayer, con una docena de periodistas montando guardia ante el hotel Coia. Domínguez y el resto de miembros del grupo municipal votaron contra el pacto. Según Miguel Pérez, responsable local, fue un debate intenso, , pero se estimó que, como la gestión no fue observada por la ciudadanía era mejor ir a la oposición.
SITUACIÓN EN OURENSE
Otra de las ciudades gallegas en las que el BNG ha de tomar una decisión al no haber alcanzado ninguna fuerza política la mayoría absoluta es Ourense. En este caso, el Consello local de la formación nacionalista es favorable a tomar parte en el gobierno municipal en coalición con el PSOE, tal y como hicieron durante los últimos cuatro años.
Sin embargo, la última palabra en la ciudad de As Burgas la tiene la asamblea de la formación frentista, que precisamente se reúne hoy para tomar una decisión definitiva.
