La Audiencia Nacional condenó a Amancio Costa, constructor de la vivienda de Laureano Oubiña en A Laxe, en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), a tres años y tres meses de prisión por un delito de blanqueo de capitales. Así lo evidencia la sentencia dictada por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que condena al constructor dentro del mismo proceso por blanqueo de capitales que en septiembre de 2012 condenó al narco Laureano Oubiña a cuatro años y siete meses de prisión.
La sentencia de septiembre del pasado año considera probado que Laureano Oubiña planeó junto a su esposa Esther Lago, fallecida en 2001, 'la forma de aflorar y dar apariencia legal a los fondos procedentes de las operaciones de narcotráfico' que se encontraban ingresados en el Banco Popular de Melilla.
De hecho, la Audiencia Nacional consideró que ambos acordaron la compra de la finca denominada 'Nanín' y otras parcelas situadas cerca del que había sido su domicilio habitual, situado en A Laxe, en Vilagarcía de Arousa. Como Oubiña se encontraba por aquel entonces en prisión, 'fue Esther Lago quien llevó a cabo todas las gestiones necesarias' para la compra, realizada a través de familiares y otros allegados.
Lago creó para la compra una sociedad mercantil que fue adquiriendo las propiedades, siempre con el consentimiento de su marido -señaló la sentencia- que añadía que ninguno de los compradores contaba 'con ingresos legales' capaces de hacer frente a los gastos derivados de las adquisiciones.
En esta línea, la sentencia emitida ahora contra Amancio Costa lo acusa también de blanqueo de capitales al haber construido la vivienda de los Oubiña en A Laxe -cuyo contrato de construcción superaba los 32 millones de euros- a pesar de ser conocedor de que el matrimonio no disponía de rendimientos económicos laborales y de que Oubiña estuvo un período en la cárcel, que coincidió con el levantamiento de la casa.
De hecho, la Audiencia Nacional consideró que ambos acordaron la compra de la finca denominada 'Nanín' y otras parcelas situadas cerca del que había sido su domicilio habitual, situado en A Laxe, en Vilagarcía de Arousa. Como Oubiña se encontraba por aquel entonces en prisión, 'fue Esther Lago quien llevó a cabo todas las gestiones necesarias' para la compra, realizada a través de familiares y otros allegados.
Lago creó para la compra una sociedad mercantil que fue adquiriendo las propiedades, siempre con el consentimiento de su marido -señaló la sentencia- que añadía que ninguno de los compradores contaba 'con ingresos legales' capaces de hacer frente a los gastos derivados de las adquisiciones.
En esta línea, la sentencia emitida ahora contra Amancio Costa lo acusa también de blanqueo de capitales al haber construido la vivienda de los Oubiña en A Laxe -cuyo contrato de construcción superaba los 32 millones de euros- a pesar de ser conocedor de que el matrimonio no disponía de rendimientos económicos laborales y de que Oubiña estuvo un período en la cárcel, que coincidió con el levantamiento de la casa.
