El exalcalde de Santiago de Compostela Gerardo Conde Roa volvió a prestar declaración hoy ante la jueza instructora de la 'Operación Pokemon', Pilar de Lara, en una comparecencia que se prolongó durante unas cinco horas y sobre la cual el que fuera regidor local de la capital gallega afirmó sentirse 'satisfecho' e indicó: 'sólo le temo a Dios'.
Conde Roa había sido citado para las diez de la mañana, pero su comparecencia ante la instructora comenzó media hora más tarde y se prolongó hasta cerca de las tres y media.
El exalcalde llegó al juzgado, al igual que en sus comparecencias anteriores, con una mochila, pero a la salida de los Juzgados de Lugo, al ser preguntado por los medios de comunicación sobre si había aportado documentación a la magistrada, se amparó en la vigencia del secreto de sumario y no lo quiso aclarar.
Como en ocasiones anteriores, el exalcalde estuvo asistido en todo momento por el abogado Ramón Sabín, que se ha hecho cargo de su defensa en la llamada Operación Manga, la segunda fase de la Operación Pokemon, que investiga la existencia de una supuesta trama para obtener concesiones públicas a base de sobornos en diferentes administraciones gallegas.
En realidad, la declaración de hoy fue una continuación de la que realizó a petición propia el pasado 29 de marzo, durante unas tres horas, una comparecencia que se vio interrumpida porque la jueza Pilar de Lara, que estaba de guardia, tuvo que hacerse cargo del asesinato de una mujer rumana de 37 años, supuestamente a manos de su marido.
A las puertas de la sede judicial, el letrado Ramón Sabín afirmó que su cliente salió 'muy satisfecho de la declaración' y destacó su voluntad para colaborar con la justicia, mientras que el propio Conde Roa dijo sentirse 'absolutamente' inocente de los delitos que se le imputan.
De hecho, aunque fue imputado por los delitos de cohecho, prevaricación y tráfico de influencias, después de una primera declaración a requerimiento de la jueza en la que fue interrogado durante siete horas, el exalcalde no se mostró temeroso por su futuro y dijo: 'Temer, sólo temo a Dios, y nada más'.
Ni Conde Roa ni su abogado supieron aclarar si la de hoy será la última comparecencia ante la jueza Pilar de Lara. 'Lógicamente, cuando una persona está imputada en la instrucción de unas diligencias, está a disposición del juzgado. Tendrá que venir las veces que disponga la autoridad judicial', matizaba Ramón Sabín.
Por otra parte, Sabín también hizo referencia al posible traslado de la causa a un juzgado de la capital gallega. 'Nosotros no hemos hecho ninguna solicitud al respecto, y como hay secreto de sumario, todo lo que sabemos es por la prensa. En algún medio se publica algo diciendo que se había pedido el traslado a Santiago, pero nosotros lo desconocemos', aclaró el abogado.
'Para nosotros, la justicia es única, con una venda y una balanza. Por lo tanto, nos es irrelevante que -la causa- se instruya en Santiago o en Lugo. Desde el punto de vista de la comodidad, sí nos ahorraríamos unos kilómetros, pero en cualquier caso es la misma justicia', concluyó.
El exalcalde llegó al juzgado, al igual que en sus comparecencias anteriores, con una mochila, pero a la salida de los Juzgados de Lugo, al ser preguntado por los medios de comunicación sobre si había aportado documentación a la magistrada, se amparó en la vigencia del secreto de sumario y no lo quiso aclarar.
Como en ocasiones anteriores, el exalcalde estuvo asistido en todo momento por el abogado Ramón Sabín, que se ha hecho cargo de su defensa en la llamada Operación Manga, la segunda fase de la Operación Pokemon, que investiga la existencia de una supuesta trama para obtener concesiones públicas a base de sobornos en diferentes administraciones gallegas.
En realidad, la declaración de hoy fue una continuación de la que realizó a petición propia el pasado 29 de marzo, durante unas tres horas, una comparecencia que se vio interrumpida porque la jueza Pilar de Lara, que estaba de guardia, tuvo que hacerse cargo del asesinato de una mujer rumana de 37 años, supuestamente a manos de su marido.
A las puertas de la sede judicial, el letrado Ramón Sabín afirmó que su cliente salió 'muy satisfecho de la declaración' y destacó su voluntad para colaborar con la justicia, mientras que el propio Conde Roa dijo sentirse 'absolutamente' inocente de los delitos que se le imputan.
De hecho, aunque fue imputado por los delitos de cohecho, prevaricación y tráfico de influencias, después de una primera declaración a requerimiento de la jueza en la que fue interrogado durante siete horas, el exalcalde no se mostró temeroso por su futuro y dijo: 'Temer, sólo temo a Dios, y nada más'.
Ni Conde Roa ni su abogado supieron aclarar si la de hoy será la última comparecencia ante la jueza Pilar de Lara. 'Lógicamente, cuando una persona está imputada en la instrucción de unas diligencias, está a disposición del juzgado. Tendrá que venir las veces que disponga la autoridad judicial', matizaba Ramón Sabín.
Por otra parte, Sabín también hizo referencia al posible traslado de la causa a un juzgado de la capital gallega. 'Nosotros no hemos hecho ninguna solicitud al respecto, y como hay secreto de sumario, todo lo que sabemos es por la prensa. En algún medio se publica algo diciendo que se había pedido el traslado a Santiago, pero nosotros lo desconocemos', aclaró el abogado.
'Para nosotros, la justicia es única, con una venda y una balanza. Por lo tanto, nos es irrelevante que -la causa- se instruya en Santiago o en Lugo. Desde el punto de vista de la comodidad, sí nos ahorraríamos unos kilómetros, pero en cualquier caso es la misma justicia', concluyó.
