Un vecino del municipio pontevedrés de A Cañiza ha sido condenado a nueve años de prisión por abusar sexualmente de su hija, vecina de Pontevedra, cuando ésta tenía entre 11 y 14 años.
Según señala la sentencia, el individuo cometió los abusos aprovechando el régimen de visitas de vacaciones y fines de semana, ya que los padres estaban separados y la custodia la tenía la madre.
La niña vivía con su madre y su abuela en la ciudad de Pontevedra e iba al colegio en Os Praceres, pero los abusos se produjeron en el municipio de A Cañiza.
El tribunal considera probado que le realizó 'tocamientos y caricias con las manos y la boca en los genitales de su hija, llegando a introducir, en una ocasión, un dedo en su vagina, a masturbarse en su presencia y a solicitar a su hija que lo hiciese o que le hiciese una felación'.
Los hechos se produjeron entre los años 2003 y 2006, pero la chica no los denunció hasta que tuvo novio, al que le contó lo sucedido y, a raíz de eso, lo puso en conocimiento de su profesora en el colegio Sagrado Corazón de Os Praceres.
El hombre fue juzgado en la Audiencia Provincial de Pontevedra el jueves 27 de septiembre y el tribunal acaba de dictar una sentencia condenatoria contra la que cabe recurso ante el Tribunal Supremo.
TESTIMONIO 'CREÍBLE'
Aunque la declaración de la menor y la de su progenitor J.F.C.A., se realizaron a puerta cerrada, tanto acusación particular como fiscal explicaron que la víctima ratificó su denuncia y ofreció un testimonio 'verosímil, lógico, plenamente creíble, sin contradicciones, con espontaneidad y sincero'.
Por su parte, el acusado defendió su inocencia, tanto en el interrogatorio a puerta cerrada como en el momento en el que se le concedió el derecho a la última palabra, al término del juicio: 'Niego todo esto', concluyó.
La niña vivía con su madre y su abuela en la ciudad de Pontevedra e iba al colegio en Os Praceres, pero los abusos se produjeron en el municipio de A Cañiza.
El tribunal considera probado que le realizó 'tocamientos y caricias con las manos y la boca en los genitales de su hija, llegando a introducir, en una ocasión, un dedo en su vagina, a masturbarse en su presencia y a solicitar a su hija que lo hiciese o que le hiciese una felación'.
Los hechos se produjeron entre los años 2003 y 2006, pero la chica no los denunció hasta que tuvo novio, al que le contó lo sucedido y, a raíz de eso, lo puso en conocimiento de su profesora en el colegio Sagrado Corazón de Os Praceres.
El hombre fue juzgado en la Audiencia Provincial de Pontevedra el jueves 27 de septiembre y el tribunal acaba de dictar una sentencia condenatoria contra la que cabe recurso ante el Tribunal Supremo.
TESTIMONIO 'CREÍBLE'
Aunque la declaración de la menor y la de su progenitor J.F.C.A., se realizaron a puerta cerrada, tanto acusación particular como fiscal explicaron que la víctima ratificó su denuncia y ofreció un testimonio 'verosímil, lógico, plenamente creíble, sin contradicciones, con espontaneidad y sincero'.
Por su parte, el acusado defendió su inocencia, tanto en el interrogatorio a puerta cerrada como en el momento en el que se le concedió el derecho a la última palabra, al término del juicio: 'Niego todo esto', concluyó.
