El Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona ha condenado a N.D.S.G., de 24 años, a dos años de cárcel y una multa de 1.080 euros por un delito contra los derechos de los trabajadores, tras enriquecerse ilícitamente con falsas subcontrataciones a trabajadores traídos de Portugal para que realizaran trabajos temporales para un bodega navarra. La pena de cárcel impuesta queda suspendida, ya que no es superior a dos años.
La sentencia, dictada de conformidad entre las partes, considera probado que el acusado se dedicaba a traer trabajadores de Portugal, país del que desciende, para que realizaran trabajos temporales para una bodega navarra como peones agrarios, pero 'no les informaba de cómo eran sus contratos y simulaba que iban a trabajar para él, ofreciéndoles un salario de 25 euros diario, alojamiento y manutención'.
Una vez en España, indica el fallo, 'el acusado alojaba a los empleados en su domicilio o en el de su padre, en Mendavia, les ocultaba el salario que realmente les pagaba la empresa contratante, les daba a firmar el contrato y luego se lo quedaba él para que no supieran las verdaderas condiciones de su contratación'.
Además, N.D.S.G. 'creaba cuentas bancarias de titulación indistinta entre el trabajador afectado y él mismo donde la empresa ingresaba el salario del que disponía en su totalidad el acusado, ya que se limitaba a pagarles la cantidad que había estipulado con ellos'. El acusado, asimismo, 'descontaba del salario un dinero variable para el pago de la Seguridad Social que era abonada por la empresa'.
Según la sentencia, no les pagaba el sueldo mensualmente, sino al final de cada temporada de trabajo y, además, 'les hacía ir a recoger verduras y frutas a los campos de los alrededores', así como 'ayudarle en las obras que estaba haciendo para arreglar su casa'. Además, el fallo señala que 'incluso les dirigía expresiones intimidantes cuando le pedían el dinero antes de acabar la temporada'.
El fallo indica que el acusado realizó los hechos con numerosas personas, pero 'aparecen perfectamente determinados' en siete casos. Además, destaca que 'no es posible determinar la cantidad de dinero en la que han resultado perjudicados los trabajadores', aunque expone que 'se estaba enriqueciendo ilícitamente con la falsa subcontratación y privó a los trabajadores de su derecho a disponer del salario en la forma que estimaran conveniente'.
Una vez en España, indica el fallo, 'el acusado alojaba a los empleados en su domicilio o en el de su padre, en Mendavia, les ocultaba el salario que realmente les pagaba la empresa contratante, les daba a firmar el contrato y luego se lo quedaba él para que no supieran las verdaderas condiciones de su contratación'.
Además, N.D.S.G. 'creaba cuentas bancarias de titulación indistinta entre el trabajador afectado y él mismo donde la empresa ingresaba el salario del que disponía en su totalidad el acusado, ya que se limitaba a pagarles la cantidad que había estipulado con ellos'. El acusado, asimismo, 'descontaba del salario un dinero variable para el pago de la Seguridad Social que era abonada por la empresa'.
Según la sentencia, no les pagaba el sueldo mensualmente, sino al final de cada temporada de trabajo y, además, 'les hacía ir a recoger verduras y frutas a los campos de los alrededores', así como 'ayudarle en las obras que estaba haciendo para arreglar su casa'. Además, el fallo señala que 'incluso les dirigía expresiones intimidantes cuando le pedían el dinero antes de acabar la temporada'.
El fallo indica que el acusado realizó los hechos con numerosas personas, pero 'aparecen perfectamente determinados' en siete casos. Además, destaca que 'no es posible determinar la cantidad de dinero en la que han resultado perjudicados los trabajadores', aunque expone que 'se estaba enriqueciendo ilícitamente con la falsa subcontratación y privó a los trabajadores de su derecho a disponer del salario en la forma que estimaran conveniente'.
