El delegado del Gobierno en Galicia, Miguel Cortizo, afirmó ayer que no tiene la intención de ser 'mudo' ante eventuales discrepancias entre el Ejecutivo central y la Xunta. Cortizo hizo estas declaraciones tras entrevistarse con la presidenta del Parlamento de Galicia, Pilar Rojo, y respondió así a los reproches del presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, y del conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, a sus comentarios tras tomar posesión del cargo el pasado 1 de abril.
El nuevo delegado del Gobierno señaló que no tiene la intención de limitar su papel institucional al de 'figurante' y apuntó que 'en la medida en la que haya algún tipo de discrepancia o confrontación política' entre miembros de los gobiernos central y autonómico: 'Entraré en esa polémica'. Cortizo, que ejerció de diputado del PSdeG en el Parlamento de Galicia y de embajador en Paraguay, advirtió: 'No creo que ser institucional sea estar mudo'.
