Cruce con chile mexicano para combatir la tristeza

 El chile mexicano. (Foto: Archivo)
Cuando las hojas de la planta del pimiento se vuelven lánguidas, el agricultor sabe que tiene un problema. La enfermedad de la tristeza ha entrado en su invernadero y casi siempre es demasiado tarde para reaccionar; la eficacia de los productos químicos es escasa y la desinfección de las parcelas suele ser costosa y obligatoria porque, de no realizarse, los terrenos han de permanecer sin pimientos durante varios años.
‘La enfermedad de la tristeza causa pérdidas muy importantes y es una de las principales amenazas para los cultivos de pimientos’, explica Alfredo Taboada, investigador de Producción Vegetal del CIAM que lleva varios meses probando diferentes métodos para combatir está patología.

El equipo de especialistas de Mabegondo ha cruzado las variedades gallegas de Padrón y Couto con el Serrano Criollo Morelo, un chile mexicano resistente a la enfermedad, y ha conseguido obtener dos híbridos inmunes a la tristeza. El reto para el futuro es mejorar su calidad culinaria y corregir las características negativas heredadas del chile: el picor y el grosor de la piel. Los investigadores confían que sólo sea ‘cuestión de tiempo’.

No es la única arma que manejan para luchar contra la fulminante patología. Un grupo del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo trata de determinar, mediante análisis moleculares, la cantidad de patógeno necesaria para que se detecten los primeros síntomas externos en la planta. Esa información seria muy valiosa para una actuación preventiva con controles que permitan detectar cuanto antes la presencia del hongo.

El análisis de laboratorio se complementa con el trabajo de campo y la recogida de muestras en las principales zonas productoras de pimientos de Galicia para intentar detectar la presencia de dos de los principales agentes causantes de la enfermedad (Capsici y Nicotianae) en las aguas de riego o en el suelo. Una actuación a tiempo puede ser clave para prevenir la aparición de la enfermedad y la destrucción de las plantas.

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