El Foro Galego da Inmigración y la Asociación Puente Cultural Rumano-Gallego denunciaron que el cuerpo de un trabajador rumano fallecido en accidente laboral el pasado 1 de septiembre en Ortigueira (A Coruña) continúa en la comunidad porque la empresa contratante no se hace cargo de la repatriación del cadáver.
Ambas entidades certificaron que la persona fallecida, de 43 años, estaba contratada legalmente y asegurada, y que trabajaba en el sector forestal para la sociedad Maderas ESA de Baleira (Lugo). Según el presidente de la Asociación Rumano-Gallego, Ion Stan, la empresa alegó que no tiene los 7.000 euros necesarios para repatriar el cuerpo y que, además, el empleado llevaba muy poco tiempo trabajando --comenzó el 21 de agosto--.
Stan mostró así su indignación y criticó duramente a Maderas ESA, ya que interpretó que lo que quiso decir la empresa con esta última justificación es que el fallecido no ha producido lo suficiente como para cubrir el gasto de la repatriación.
Para Miguel Fernández, este hecho esconde una consideración de los inmigrantes como una mera fuerza de trabajo de la que se puede prescindir cuando no son necesarios.
Las dos organizaciones denunciaron también la actuación del Consulado Rumano en España, que consideraron no se está haciendo cargo del problema, ni está actuando de una forma coherente.
Nuestra preocupación mayor --manifestó Ion Stan-es que el cuerpo de este hombre, quien vino a buscarse la vida lejos de su familia, sea repatriado y enterrado en su país.
Además, revelaron que, aunque murió el 1 de septiembre, su familia no tuvo conocimiento de lo sucedido hasta el día 3 e, incluso, fueron las dos asociaciones las que tuvieron que buscar el lugar donde se encontraba físicamente el cadáver de esta persona.
CUENTA SOLIDARIA
Con el objetivo de agilizar el traslado del cadáver a su Rumanía natal, los colectivos de inmigrantes abrieron una cuenta solidaria para recaudar los 7.000 euros necesarios porque, pese a que también impulsaron una denuncia judicial, reconocen que tardará mucho tiempo en resolverse y urge recaudar el dinero.
Recordaron, asimismo, que la empresa funeraria gallega que mientras tanto mantiene el cadáver tiene un tiempo límite para enterrarlo, por lo que, si no hay una solución rápida, se enterrará en Ortigueira, en nichos para personas sin hogar.
La Asociación Puente Cultural Rumano-Gallego avisó de que, si la empresa no responde a sus peticiones, convocará una manifestación del colectivo rumano en Galicia.
RACISMO EN GALICIA
Miguel Fernández denunció además el aumento de la presión sobre el colectivo inmigrante. Recordó, de esta manera, la violencia con la que unos guardias civiles trataron a un inmigrante senegalés, enfermo mental, por cometer un delito.
Fue tal la violencia, que un grupo de personas que presenciaron lo ocurrido los increparon, dijo en referencia al caso de un joven arrestado por la Policía Nacional de Ferrol por rayar vehículos estacionados. El detenido agredió a un agente, según la versión policial, en el medio de una trifulca en la que varios vecinos trataron de defender al inmigrante y se enfrentaron a la policía.
Además, Fernández declaró percibir un aumento de los controles ordinarios a estas personas, hecho que, según el portavoz del Foro Galego da Inmigración, se produjo con la situación de crisis económica.
Para él, es importante distinguir entre personas inmigrantes que cometen un delito e inmigrantes que están en una situación irregular. Estos --reivindicó-no son delincuentes.
Stan mostró así su indignación y criticó duramente a Maderas ESA, ya que interpretó que lo que quiso decir la empresa con esta última justificación es que el fallecido no ha producido lo suficiente como para cubrir el gasto de la repatriación.
Para Miguel Fernández, este hecho esconde una consideración de los inmigrantes como una mera fuerza de trabajo de la que se puede prescindir cuando no son necesarios.
Las dos organizaciones denunciaron también la actuación del Consulado Rumano en España, que consideraron no se está haciendo cargo del problema, ni está actuando de una forma coherente.
Nuestra preocupación mayor --manifestó Ion Stan-es que el cuerpo de este hombre, quien vino a buscarse la vida lejos de su familia, sea repatriado y enterrado en su país.
Además, revelaron que, aunque murió el 1 de septiembre, su familia no tuvo conocimiento de lo sucedido hasta el día 3 e, incluso, fueron las dos asociaciones las que tuvieron que buscar el lugar donde se encontraba físicamente el cadáver de esta persona.
CUENTA SOLIDARIA
Con el objetivo de agilizar el traslado del cadáver a su Rumanía natal, los colectivos de inmigrantes abrieron una cuenta solidaria para recaudar los 7.000 euros necesarios porque, pese a que también impulsaron una denuncia judicial, reconocen que tardará mucho tiempo en resolverse y urge recaudar el dinero.
Recordaron, asimismo, que la empresa funeraria gallega que mientras tanto mantiene el cadáver tiene un tiempo límite para enterrarlo, por lo que, si no hay una solución rápida, se enterrará en Ortigueira, en nichos para personas sin hogar.
La Asociación Puente Cultural Rumano-Gallego avisó de que, si la empresa no responde a sus peticiones, convocará una manifestación del colectivo rumano en Galicia.
RACISMO EN GALICIA
Miguel Fernández denunció además el aumento de la presión sobre el colectivo inmigrante. Recordó, de esta manera, la violencia con la que unos guardias civiles trataron a un inmigrante senegalés, enfermo mental, por cometer un delito.
Fue tal la violencia, que un grupo de personas que presenciaron lo ocurrido los increparon, dijo en referencia al caso de un joven arrestado por la Policía Nacional de Ferrol por rayar vehículos estacionados. El detenido agredió a un agente, según la versión policial, en el medio de una trifulca en la que varios vecinos trataron de defender al inmigrante y se enfrentaron a la policía.
Además, Fernández declaró percibir un aumento de los controles ordinarios a estas personas, hecho que, según el portavoz del Foro Galego da Inmigración, se produjo con la situación de crisis económica.
Para él, es importante distinguir entre personas inmigrantes que cometen un delito e inmigrantes que están en una situación irregular. Estos --reivindicó-no son delincuentes.